A Pachequito, como cariñosamente le decimos, lo he visto recientemente tocando el piano con su hija encima. La bebé reposa, absorta, en sus piernas, mientras le canta. “Educando a la baby”, postea. Y es tierno, y es sublime, y es herencia de familia porque su padre, Jorge Luis Pacheco y su madre, Corina Campos, seguramente hicieron algo similar con él y con su hermana Marialys, para poderlos incluir ahora en la lista de los más talentosos pianistas de su generación.

“Siempre me ha gustado cantar. (…) Me gusta mucho hacerlo, lo he incorporado a mi trabajo porque amo cantar tanto como tocar el piano”.

Al percusionista y pianista, también compositor y arreglista, Jorge Luis Pacheco, lo recibiremos, como protagonista, en un concierto el domingo 29 en la sala Tito Junco del Bertolt Bretch en franco homenaje a Pablo Milanés.

“Podría tocar música de Pablo durante cinco horas, pero tuve que escoger el repertorio. En algún momento he cantado en la casa sus canciones, probándome en esto que ahora disfrutará el público como un concierto que espero sea muy bonito.

“Incluiré algunos temas míos. Me acompañaré de las cantantes Idania Valdés y Mariela González, el trompetista Yasek Manzano, el trompetista Maiquel González y el trombonista Eduardo Sandoval”.

“Lo más importante es disfrutar la experiencia”.

Cantarás… porque te lo has tomado muy en serio, recientemente.

Siempre me ha gustado cantar. Hace poco grabé el álbum Mi otro yo y fíjate que pienso grabar un segundo volumen de ese disco. Me gusta mucho hacerlo, lo he incorporado a mi trabajo porque amo cantar tanto como tocar el piano.

Tuviste un buen año en tu carrera…

Después de la pandemia me hizo feliz reiniciar las giras y volver a tocar. Regresé a Estados Unidos, tuve un año increíble. Compartí con músicos que admiro como el saxofonista Bill Evans, el baterista Tommy Campbell, la cantante Haley Reinhart, entre otros.

También hice master class y la experiencia en Boston, en la Berklee College of Music, una de las más importantes universidades del mundo. Tuve una gran acogida. Di un concierto primero y luego una clase, a la que asistieron hasta profesores.

Lo hice también en Nueva York y en Alemania, y hace poco también donde estudié, en el Conservatorio Amadeo Roldán. Ese fue un momento súper emocionante. Lo más importante es disfrutar la experiencia. En dos horas no se puede compartir todo el conocimiento que se tiene, pero parte de él se entrega. Lo seguiré haciendo.

Cuando termine el Festival de Jazz, regreso a Alemania y debo comenzar en marzo una gira en Estados Unidos. Además, pienso grabar un disco de música tradicional, especialmente temas del Buena Vista Social Club. Estoy procesándolo, esto haciendo arreglos para jazz band y lo tengo en la mente. Lo lograré…todo a su tiempo.

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