Tributo con música a Chano Pozo y Juan Formell

Gabi, Lemuell y Daniell llegaron al escenario con la misma fuerza con la que lanzaron en el 2022 Vitrola Cuban Mix, un proyecto pensado para que los jóvenes consuman desde la contemporaneidad canciones icónicas del repertorio cubano. Un público coreando “Yiri yiri bom”, “María Caracoles” y “La negra Tomasa”, tres clips lanzados recientemente por Vitrola, fue una prueba fehaciente del futuro que se le augura a esta iniciativa. Así, con música popular bailable, desde la pasión y desenfado de la juventud, comenzó la misa a Chano Pozo y a Juan Formell, como parte de la 38 edición del Festival Internacional Jazz Plaza 2023.

Si bien es un evento de jazz, el festival ha ponderado desde sus inicios la fusión entre este género y las sonoridades caribeñas, incluida la música popular bailable. “Su tren”, Los Van Van, ha estado presente cada año en el Jazz Plaza de una manera u otra y el 2023 no es la excepción.

El parque Trillo en La Habana fue el lugar escogido este año para rendirle tributo a uno de los mejores percusionistas de Cuba: Luciano Pozo González —Chano Pozo para los amigos y el arte—, quien desde 1942 hasta su muerte en 1948 vivió en los Estados Unidos defendiendo la música cubana. La iniciativa continuó con una tradición iniciada hace tres años por el productor, compositor y guitarrista venezolano Andrés Levin, cuando organizó un homenaje al percusionista cubano Tata Güines en el marco del Jazz Plaza 2019.

A tono con las sonoridades que caracterizan a Los Van Van y con el instrumento de Pozo, Levin y su proyecto Tribe Caribe diseñaron desde la percusión un espectáculo en honor a uno de los mayores exponentes del jazz en Nueva York, y a Formell, fundador de la orquesta.

Si bien es un evento de jazz, el festival ha ponderado desde sus inicios la fusión entre este género y las sonoridades caribeñas, incluida la música popular bailable.

La agrupación insigne de la música popular bailable paralizó el escenario en el primer toque que Samuel Formell le dio al timbal. Ese sonido marcó la cadencia de la orquesta, segundos antes de poner a bailar a los asistentes al concierto con la polirritmia que caracteriza a la ejecución de Samuel, en ese afán de la perfección interpretativa y de procurar la estabilidad de un símbolo en la cultura cubana. Como es costumbre, hicieron un recorrido por canciones del repertorio de la orquesta que se popularizaron en los años 70 y 80 como “El negro está cocinando”, “Anda, ven y quiéreme”, “Eso te pone la cabeza mala”, “Me mantengo”, “Al paso”, “Permiso que llegó Van Van” y “Vamos a pasarla bien”.

Robertón, cantante líder de la agrupación, invitó al escenario a Cucurucho Valdés, quien durante 15 años fue parte de la plantilla de la orquesta, y aunque emprendió su carrera en solitario como pianista, aún se siente vanvanero de corazón. También Alain Pérez cantó junto a Los Van Van en la noche del martes y demostró, una vez más, por qué se le considera uno de los intérpretes e instrumentistas más versátiles de la música cubana.

Pedrito Martínez, percusionista cubano radicado en Nueva York, hizo gala de la maestría y experimentación a la hora de tocar la batería, rasgos por los que ganó el primer premio en el concurso Thelonious Monk de percusión, en Washington D.C., y una nominación a los Grammy por su álbum The Pedrito Martínez Group.

La batería se tocó fuerte en el parque Trillo. No podía ser de otra manera en un evento como el Jazz Plaza y en un homenaje a la percusión, a Chano y Formell. Pero ese concierto no es fortuito, sino otra moneda lanzada al aire por el bien de la música cubana. Según informaron a la prensa, el concierto del martes guarda relación con el próximo sencillo de Levin, homenaje al barrio de Cayo Hueso; realizado de conjunto con Alain Pérez, Yerba Buena, Yissy García, Los Van Van, Pedrito Martínez y Gonzalo Rubalcaba, y basado en “Manteca”, tema emblemático de Chano y Dizzy Gillespie.