Por más de cuatro décadas Mercy Correa Piñero ha laborado en el Fondo Cubano de Bienes Culturales. Durante la inauguración de la edición XXIV de la Feria Internacional de Artesanía, el pasado 9 de diciembre, fue reconocida con el premio Por la Obra de Toda la Vida.
Visiblemente emocionada, dijo en exclusiva: “Nunca he trabajado para recibir ningún galardón, y si en algún momento aspiré a ganar alguno ya lo obtuve hace mucho tiempo; son las muestras de cariño y respeto que he recibido por parte de muchas personas, de los propios trabajadores del Fondo y especialmente de los artesanos. De todos modos, para mí es un gran honor recibir este premio que agradezco muchísimo”.
Es maestra de profesión, y aunque se desempeñó muy poco tiempo en el magisterio, pues la mayor parte de su vida laboral la ha desarrollado en esta institución, conserva su condición de educadora al predicar con su ejemplo “el amor que lleva implícito cualquier labor que se realice. En ese sentido los artesanos cubanos militan en primera fila”.
Dedicada por entero a la preservación, desarrollo y promoción de nuestra artesanía, Mercy Correa es fundadora de las Ferias de Artesanía y ha participado en la organización de todas sus ediciones a través de distintas responsabilidades, entre ellas directora comercial, especialista del departamento de Promoción, directora del Centro Nacional de Artesanía y en casi todas las dependencias del Fondo Cubano de Bienes Culturales. Asimismo, ha representado a Cuba en organizaciones internacionales como el Consejo Mundial de Artesanía y como presidenta de ese organismo en América Latina. “Eso es igualmente motivo de orgullo, porque en primera instancia es un logro de la cultura cubana”.
A partir de sus experiencias en la preparación de todas las ediciones de Fiart, considera “que esta XXIV edición tiene características especiales. Se realiza después de dos años de recesión a causa de la pandemia, y justo por ese obligado receso la Dirección del Fondo, y principalmente los artesanos, imponiéndose a las grandes carencias, han realizado un esfuerzo extraordinario para ofrecer al público artículos de gran belleza y probada calidad. Decidimos darle el nombre de artesanía y regalo para darle mayor posibilidad a la población de adquirir obsequios, teniendo en cuenta la cercanía del fin de año”.
“A pesar de esos años de recesión, en esta nueva entrega de Fiart participan nueve países y más de trescientos creadores entre cubanos y extranjeros. Están representados de la misma manera los artesanos de todas las provincias y manifestaciones artesanales. Entre los territorios destaca especialmente Baracoa, que además de una delegación numerosa, sus artesanos trajeron una amplia variedad de artículos concebidos casi en su totalidad con materiales reciclados”.
A juicio de Mercy Correa, en comparación con ediciones anteriores de Fiart, en esta “ha habido un crecimiento cualitativo en todas las manifestaciones de la artesanía. Aunque reconocemos que todavía hay que trabajar un poco más, por ejemplo, en el mueble y la cerámica. No obstante, tanto el calzado como los textiles han ido ganando un espacio en el contexto de la Feria”. “Arte, utilidad y oficio” es el lema que ha presidido esta importante cita dedicada a la artesanía del reciclaje. “Es una práctica que continuaremos desarrollando, y nos hemos propuesto mantenerla para siempre”.
“A partir de la situación que vive nuestro país, agravada por un férreo bloqueo mantenido por más de medio siglo, la realidad es que tenemos que trabajar incansablemente en aras de disminuir cada vez más las importaciones e incrementar las exportaciones.
“Esta edición de Fiart —y ese es su mayor logro— nos ha demostrado que los materiales en desuso, aquellos considerados desechables, increíblemente pueden convertirse en verdaderas obras de arte. Pueden ser transformados en obras de extraordinaria belleza y alto valor estético. Solo hay que observar, entre otros muchos ejemplos que podríamos citar, esa maravillosa exposición que aparece en la entrada de Pabexpo. Sus autores son artesanos pertenecientes a la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas procedentes de todas las provincias del país, quienes hicieron esas esculturas empleando únicamente materiales inservibles”.
Para la XXV edición de Fiart, Mercy Correa augura un mayor crecimiento de la artesanía nacional. “Los artesanos cubanos, subrayó finalmente, son talentosos, pues en sus filas hay muchos graduados universitarios y egresados de las Escuelas de Arte. Son también muy capaces, como lo han demostrado en esta oportunidad y a través de los años, de trabajar con materiales que se encuentran en su entorno y crear con ellos piezas realmente hermosas admiradas en todo el mundo”.