Del 7 al 13 del próximo julio la Villa Blanca de Gibara acogerá, una vez más, el festival de cine. A la altura de su edición 15 el evento ha devenido más que en un certamen cinematográfico, en un gran festival de las artes. Este año la propuesta no será menos tentadora que otras veces: desde ya anuncia un programa variado que incluye buena parte de lo mejor de la producción artística cubana y con prestigiosos invitados internacionales.

La música, las artes visuales y el cine como centro serán los protagonistas por una semana en esta ciudad holguinera. Habrá espacio para homenajear a creadores consagrados y en este sentido se entregará el Lucía de Honor al actor puertorriqueño Benicio del Toro, a la actriz cubana Daisy Granados y al director, también de Cuba, Fernando Pérez.

Desde que arranquen las jornadas de festival el domingo 7 de julio, cada día la villa acogerá diariamente dos conciertos. Sobresale la apertura con los músicos cubanos Kelvis Ochoa y David Torrens, junto a José María Vitier, cantando temas emblemáticos de Silvio y Pablo, y la actuación de Isaac Delgado; y para el cierre el concierto de la banda Habana Abierta, quienes han escogido a Gibara para volverse a unir en el escenario.

Nube Roja; CuCu Diamantes; Zeus; Toques del Río; Qva Libre; Pancho Céspedes; Cimafunk; Telmarys y Eliades Ochoa; los españoles Santiago Auserón; Fermín Muguruza; Chalart’58 y Matah; y Nogen, del País Vasco completan la extensa lista de músicos que se estarán presentando durante el Festival.

A las tablas de Gibara llegará la obra Diez Millones, de Argos Teatro, bajo la dirección de Carlos Celdrán; Hembra, del dramaturgo Yunior García; y Una niña con alas y La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón, de Teatro de las Estaciones, con la dirección de Rubén Darío Salazar. Un fragmento de Infinito, por Mi compañía y con coreografía y dirección de Susana Pous, y las actuaciones de la compañía holguinera CoDanza, completarán la propuesta.

Durante el Festival Internacional de Cine de Gibara, tres salas acogerán la proyección de los filmes en concurso y también la muestra de otros, como Fresa y Chocolate, que llegará a la Villa Blanca completamente restaurado. Mientras, casi cada espacio dentro de la ciudad se volverá galería para acoger las piezas de disímiles artistas que también se suman al evento en un total de 17 intervenciones plásticas.