Rudy Mora: “El arma más poderosa es el respeto a la inteligencia”

Ana María Domínguez Cruz / Fotos: Cortesía del entrevistado
23/10/2018

Si dentro de diez años se hiciera una retrospectiva analítica de lo que han sido las teleseries cubanas en los últimos tiempos, no podría dejar de mencionarse la huella que ha dejado el realizador audiovisual Rudy Mora, con obras difíciles de olvidar como Doble Juego, Diana y La otra Cara. Su manera de hacer televisión (y cine) es singular y, a partir de este sábado 20 de octubre en el canal Cubavisión, otro ejemplo se sumará.

ConCiencia, producida por RTV Comercial a partir de una idea de su director general Joel Ortega, irrumpirá en la pequeña pantalla después de un primer adelanto, en el que se mostró grosso modo la idea de la serie, así como algunos de sus actores y conflictos principales.

Rudy Mora, desde ahora, acepta mi provocación y asevera que “más allá de análisis o valoraciones retrospectivas, es posible en la Televisión Cubana hacer una obra sin que medien mandatos comerciales. Esta realidad no es reconocida, y sin que exista cognición en muchos realizadores sobre esto, han existido y existen proyectos y productos que se parecen a sus creadores y tienen un sentido autoral. Por ello, si en algún momento se quisiera hacer, es posible descubrir determinadas marcas de estilo y forma.

“Detrás de mis series estoy yo y no una productora intencionada, por lo que mis preocupaciones e intereses como creador han definido un resultado. Me queda mucho por hacer y jamás pensaré en legados y trascendencias. Siento más importante trabajar y exponer”.

Por ello Mora aceptó el desafío de abordar, por primera vez, el mundo de la biotecnología y de los científicos cubanos, y presentárselo al gran público que desconoce, en muchos casos, quienes están detrás de las grandes innovaciones que registra Cuba en ese campo y cuáles son sus conflictos más significativos.

La asesoría científica imprescindible estuvo liderada por la doctora Lidia Inés Novoa, vicedirectora de Investigaciones Biomédicas y jefa del Departamento de Control de la Actividad Científico-Técnica y Administrativa, fundadora de la Biotecnología en Cuba y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). También participaron la licenciada Melissa Yauguel, el ingeniero Alejandro Cid y un grupo de jóvenes, junto a profesionales de más experiencia.

Adelanta que son diez historias contadas en 11 capítulos, en las que intervienen actores de lujo, algunos de los cuales el público no ve con frecuencia en la pantalla chica. Asumen roles protagónicos en los diferentes capítulos Isabel Santos (Sole), Nancy González (Leticia), Amarilis Núñez (Indira), Yailene Sierra (Lucía), Blanca Rosa Blanco (Laura), Jimmy Jean Louis (John), Renny Arozarena (Rigo), Carlos Luis González (Dayron), Carlos Gonzalvo (Tony), Nieves Riovalles (Carmen), Aramís Delgado (Vito), Manuel Porto (Sebastián), Jorge Treto (Marcos), Hilario Peña (Marcel), Yailin Coppola (Patricia), Bárbaro Marín (Leo), Enrique Bueno (Adriano) y Osvaldo Doimeadiós (Felipe).


Son diez historias contadas en 11 capítulos, en las que intervienen actores de lujo.
Fotos: Cortesía del entrevistado


La serie cuenta además con las actuaciones especiales de Alden Night, Diana Rosa Suárez, Alfredo Martínez, Nilda Collado, Yadier Fernández, Lieter Ledesma y la cantante Zule Guerra. También se suman al elenco jóvenes como Luis Ángel Batista (José Carlos), Ariana Álvarez (Pina), Ariadna Núñez (Grisel), Yuni Bolaños (Amparo), Rubén Araujo (Abraham) y Lily Santiesteban (Noelia).

Elegir actores que no son habituales en televisión es, tal vez, uno de los “ganchos” más grandes que trae ConCiencia. ¿Ese fue tu deseo?

Claro. Siempre trato de lograr un alto nivel actoral, y para ello busco la mayor calidad posible. Muchos de los actores de este elenco hacen televisión con relativa frecuencia, pero otros no, y algunos nunca porque no les interesa. Sin embargo, no es la primera vez que tengo la suerte de poder convencer. Si me preguntas, la estrategia es simple… yo los convoco a trabajar seriamente.

Revela detalles del proceso de investigación, del rodaje…

Previo a la filmación y durante ocho meses, aproximadamente, nos reuníamos una vez a la semana en sesiones de tres horas, y ellos comentaban anécdotas y experiencias. Yo preguntaba y grababa, posteriormente sacaba hilos, conformaba líneas temáticas, las desarrollaba y, en otras sesiones, las discutíamos.

“Así comencé a escribir con la asesoría directa de la doctora Lidia (por email, por teléfono, en su casa, de día, de noche, los domingos, etcétera), y ella me conducía paso a paso por los vericuetos de las ciencias, totalmente ajenos a mí. Fue un intercambio natural, ellos jugaban a ser dramaturgos y yo a ser un científico. El proceso de escritura final tardó seis meses y también conté con la asesoría dramatúrgica de Lully Larramendi.


La doctora Lidia nos guió hasta el último día del rodaje, y entrenó, ayudada por otros especialistas,
a los actores en la ejecución de la práctica científica


“El rodaje transcurrió mayormente en casi todas las áreas y departamentos del CIGB, y también en otras locaciones como la comunidad donde viven los propios científicos, en el Hospital Salvador Allende, el hotel Palco, el Palacio de las Convenciones, la Universidad Agraria, la conocida Cujae, casas, calles, avenidas, etcétera.

“Tuvimos también locaciones en México, teniendo en cuenta que dos personajes importantes en las historias que se cuentan en los capítulos 4 y 7 se desenvuelven en el exterior, en acontecimientos que se vinculan con otros en La Habana. Uno de ellos es extranjero, John, interpretado por el actor norteamericano Jimmy Jean Louis, y otro es Marcos, cubano, que está cumpliendo un encargo de su empresa y es interpretado por Jorge Treto.

“Fue un rodaje difícil, pero transitó sin grandes obstáculos. Estuvimos en laboratorios, oficinas, locales y plantas de producción del CIGB, de día y de noche. Acomodamos los sitios a nuestras necesidades, pero sin interferir ni detener el trabajo diario, que es muy preciso, con muchos requerimientos y con compromisos nacionales e internacionales.

“La dirección del CIGB, en coordinación con BIOCUBAFARMA, dispuso capacidades eléctricas, base material y vestuario específico para el rodaje. El entusiasmo de los especialistas les hacía olvidar la intromisión y nos ayudaban en todo, además de que participaban como figurantes (profesionales) en casi todas las escenas.

“Nosotros asumimos las reglas y especificaciones de comportamiento que existen en un centro con un alto nivel de exigencia científica. La doctora Lidia nos guió hasta el último día del rodaje, y entrenó, ayudada por otros especialistas, a los actores en la ejecución de la práctica científica.

“Agradezco mucho la dedicación de mi equipo de trabajo, que estuvo compuesto, afortunadamente, por gente con deseos de trabajar, muchos de los cuales llevan años soportándome. La primera asistente de Dirección, Enma Robaina, profesional de mucha experiencia y que hoy es clave en mi trabajo, pues sus aportes tienen mucho valor para mí, no podía faltar. Además estuvo Alexander Escobar, el director de Fotografía, que ya por el tiempo compartido nos entendemos artísticamente con solo mirarnos; Velia Díaz, una joven sonidista muy capaz e inteligente; el editor Octavio Crespo, que lleva tiempo organizando mis imágenes, y Juan Carlos Rivero, el músico, hombre de gran paciencia para entenderme. A ellos y a todos en general les agradezco su trabajo y dedicación”.

¿Corres el riesgo de no ser verosímil con esta serie, o definitivamente aseguras que el punto de partida son presupuestos y realidades certeras?

Siempre hay riesgos aunque el argumento tenga una base testimonial. Se corren riesgos de todo tipo porque se parte de la interpretación. ConCiencia aborda problemáticas de la Ciencia, que es una materia específica, concreta y puntual, pero es una serie de ficción y no un material didáctico. Los personajes son nacidos de la imaginación, no todos sus conflictos son extraídos de la realidad, y esta comunión necesita de una dramaturgia que provoque emociones y que consiga conectar al espectador… ¿Quieres riesgo mayor?

Inicialmente, ¿qué te propusiste con esta serie? Ahora, aún en proceso de edición, ¿lograste ese propósito?

Mi interés mayor es comunicarme, esta vez abordando temáticas y realidades de un sector muy interesante y poco conocido de la sociedad en Cuba. No sé si lo conseguiré. Es imposible saberlo, el espectador y ustedes tienen la última palabra.

¿Crees que en el contexto actual del país, cuando se consumen tantas series extranjeras, logras otros propósitos?

Es una competencia dura, compleja y desigual. Las razones son muchas y entre ellas está la pérdida de un estándar de calidad nacional. Solo sé que a pesar de reiterados fracasos e inseguridades, a un gran número de cubanos aun le siguen interesando los productos nacionales y, para tratar de preservar eso y no defraudar más, el arma más poderosa con que contamos es el respeto a la inteligencia. Todos luchamos por que ConCiencia se pareciera a estos tiempos, y nuevamente te digo que ahora es imposible saber si lo conseguimos”.

¿Es cierto que piensas en una segunda temporada?

Quedaron historias y temas que abordar y por ello ya comenzamos el trabajo para la segunda entrega. Se suma el abordaje de la Tarea Vida, y para ello ya cuento con la ayuda de profesionales del CITMA, en la Dirección Nacional de Medio Ambiente. Recientemente visitamos lugares afectados por el ciclón Irma y sitios con peligro de desastres en la provincia de Villa Clara, y nos nutrimos de valiosas experiencias a partir de las conversaciones espontáneas con habitantes, especialistas y directivos de los gobiernos provincial y municipal.

“Abordar temas relacionados con la Tarea Vida nos condiciona abarcar problemáticas en el área del Caribe que, lógicamente, se relacionan con Cuba y son semejantes por la ubicación geográfica. Es nuestra intención lograrlo, pero para ello el factor económico será determinante”.