Hasta el 17 de diciembre de 2014, lo realizado por la administración Carter en el período de 1977 a 1981, seguía siendo el momento histórico en que ambos países más habían avanzado hacia una relación más civilizada. Pero luego de su discurso ese día, Obama se convirtió en el presidente de los EE.UU. que marca el principal punto de inflexión —aunque sin variar sus esencias— dentro de la clásica política agresiva de Washington contra La Habana en los últimos 55 años.
El actor británico Alan Rickman, fallecido este jueves 14 de enero en Londres a los 69 años de edad, ya era una celebridad cuando en 2005 firmó el manifiesto “Detengamos una nueva maniobra contra Cuba”.
El habanero Teatro Martí acogerá la presentación del conjunto norteamericano dirigido por Linda Andrews, que repetirá el mismo programa mañana sábado y el domingo.
Nosotros, organizaciones y personalidades firmantes llamamos al Presidente Obama a tomar acciones concretas sobre dos cuestiones pendientes para restablecer las relaciones diplomáticas normales entre los dos países: Poner fin al bloqueo contra Cuba y devolver Guantánamo, territorio ocupado ilegalmente por los EE.UU. a Cuba.
En el ámbito cultural es mucho más previsible un entendimiento cercano a la normalización de las relaciones que en otros espacios. Son muchas y muy notables las diferencias y los puntos de vista sobre funcionamiento democrático, derechos humanos y perspectivas geopolíticas.
La danza ha sido uno de los puentes más sólidos y duraderos entre Cuba y Estados Unidos. No ha desatado tantas pasiones como la pelota, ni ha recibido tanta promoción mediática como la música, pero el flujo que comenzó cuando Ramiro tomaba las clases de la Graham en Nueva York se renueva cada vez que un bailarín cubano recibe los aplausos del público.