Con motivo de las cuatro décadas de haber expuesto una muestra personal de humor gráfico en saludo a Dedeté, suplemento humorístico del periódico Juventud Rebelde, en la Galería 23 y 12, y para celebrar los 80 años de fructífera vida de Manuel Hernández Valdés (Limonar, Matanzas, 1943), quedó inaugurada en la misma sala del Vedado capitalino la exposición Manuel es un Manual.

La muestra forma parte de las actividades de la XXIII Bienal Internacional de Humorismo Gráfico.

“Fui fundador del Dedeté y fue como mi otra casa. Creo que todos aprendimos mucho ahí, porque cuando llegué nadie sabía hacer nada: los periodistas, los editores, los dibujantes. Era algo nuevo para todos, y estudiábamos constantemente para conocer ese lenguaje. Fuimos creciendo con esa publicación”, dijo Manuel en exclusiva para La Jiribilla. El Premio Nacional de Humor y Premio Nacional de Periodismo José Martí confiesa que nunca le tuvo miedo a no provocar la risa de los espectadores a través de sus caricaturas.  Buscaba más bien hacerlos reflexionar. Tampoco se preocupó por la censura de su obra: “Soy un ser humano y sé lo que tengo que hacer y publicar. Hay que ser consecuente con uno mismo y con lo que uno siente”.

Esta muestra, que forma parte de las actividades de la XXIII Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, es un reencuentro con todo el trabajo que realizó Manuel durante mucho tiempo en el mundo de la comunicación visual y el periodismo.

“Es imposible resumir en una exposición personal toda su obra, integrada por miles de dibujos”.

“La Galería 23 y 12 está ubicada en un lugar muy simbólico: la esquina donde se declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana. Espero haber sido consecuente con ese simbolismo. Todo mi trabajo está fundamentado en ese hecho histórico”. Advierte que es imposible resumir en una exposición personal toda su obra, integrada por miles de dibujos, quizá una cifra incontable, porque trabajó mucho en once publicaciones nacionales: Granma, Juventud Rebelde, Girón, Bohemia, El Habanero, Dedeté y Palante, así como en otras foráneas.

“Esta muestra constituye el abrazo con compañeros que hace tiempo no veía y con ese sueño que tuvimos a lo largo de cuatro o cinco décadas. Era un trabajo de día y noche que hicimos con mucho entusiasmo. Me recuerda que mi labor no fue en vano y que ayudó a construir una sociedad mejor y a hacer crecer a las personas”, explicó.

La muestra, que estará abierta al público hasta el venidero mes de mayo, reúne más de 15 caricaturas y dibujos, tomados de la prensa nacional de los años 80 del pasado siglo, pero que conservan una gran actualidad. “Es como un mosaico de todos los problemas sociales y políticos que existían en la época, y que algunos todavía perduran. Uno ve los dibujos y parecen hechos ahora mismo. Es importante que lo que uno haga siempre tenga una utilidad. Creo que toda obra del ser humano es útil. Todas las personas tenemos algo de artistas y creadores”.

La exhibición estará abierta al público en la Galería 23 y 12 hasta el próximo mes de mayo.

El humor tiene un papel indiscutible en la historia de la cultura y la formación de la conciencia nacional, y Manuel es uno de los grandes exponentes del humor gráfico de todos los tiempos, aseguró durante la inauguración de la muestra el ministro de Cultura Alpidio Alonso.

“Manuel es uno de los grandes exponentes del humor gráfico de todos los tiempos”.

“Escenógrafo, ceramista, fumador y diputado a la Asamblea Nacional durante varios mandatos, fue quizás el único miembro del Parlamento que ha hecho dibujitos en tan solemne instancia. También los hizo durante su etapa juvenil de Servicio Militar y como internacionalista en Angola. Sus dibujos y los globos de sus textos gozan de una frescura y actualidad sorprendentes”, señala en las palabras del catálogo Adán Iglesias Toledo, caricaturista editorial de Juventud Rebelde y presidente de la sección de Humor Gráfico de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

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