Este miércoles 26, a las 4:30 de la tarde, quedará inaugurada en la Galería Carmen Montilla, de la Oficina del Historiador, una exposición colectiva titulada A 23 años: con Martí y con más luces… que reúne el quehacer de veintiún artistas visuales cubanos.

La muestra está dedicada al Aniversario XXIII del nacimiento de Habana Radio, emisora adscrita a la Oficina del Historiador, que ha devenido “La Voz del Patrimonio Cubano” y que fue fundada por el querido y siempre recordado doctor Eusebio Leal, el 28 de enero de 1999, y dirigida ―desde su creación hasta hoy― por Magda Resik Aguirre.

A 23 años: con Martí y con más luces…, de alguna manera, reconoce un espacio fundador de la mencionada emisora: “Luces y sombras”, que se transmite todos los jueves de 7:00 a 7:30 de la tarde conducido por la periodista Estrella Díaz y dirigido por el experimentado realizador Alexis Rodríguez. Ese espacio radial ha permitido que vieran la luz dos libros de entrevistas a artistas visuales titulados Luces y sombras (con veintiuna entrevistas y editado por Ediciones La Memoria, el sello del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau) y Más luces y sombras (con treinta y tres entrevistas y presentado ―en noviembre último― gracias a los empeños de Ediciones Boloña, la casa editora de la Oficina del Historiador).

La exposición incluye obras de seis Premios Nacionales: Adigio Benítez; José Gómez Fresquet, Frémez; René de la Nuez; Roberto Fabelo; Eduardo Roca Salazar, Choco; y Alberto Lescay. También piezas de Florencio Gelabert, Juan Moreira, Raúl Santos Serpa (Santoserpa), Alicia Leal, Diana Balboa, José Antonio Rodríguez Fúster, Manuel López Oliva, Juan Narciso Quintanilla, Arturo Montoto, Aisar Jalil, Carlos del Toro, Ángel Ramírez, Ileana Mulet, Zenén Vizcaíno y Enrique Camejo. Todos estos artistas visuales presentes en la muestra conformaron el primer libro salido del espacio radial, una manera de dar coherente continuidad a un proyecto que del éter se desplazó hacia la letra impresa.

Desnudo con cartera, José Gómez Fresquet, Frémez, 1999.

Cuando fue presentado Luces y sombras ―durante la Feria Internacional del Libro de La Habana 2008, es decir, hace catorce años―, en las palabras de presentación, Magda Resik aseguró que “en las casonas de añeja prestancia de La Habana Vieja, el arte y la literatura también encuentran su asiento”.

Subrayó Resik que “ese ambiente característico sustenta el interés de Habana Radio en promover la cultura que nace y concurre en este sitio declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Quizás sea ese, también, el sustento vital de este libro en el que se transcriben algunas de las entrevistas que entrañables artistas de la plástica cubana han concedido a nuestro programa radial Luces y sombras. A Estrella, periodista bien dotada con la perspicacia y el dominio del oficio, debemos el calidoscopio de confesiones reveladoras de ciertas constantes y singularidades de las artes plásticas en la Cuba contemporánea. Han sido años de entrega al diálogo con sus principales creadoras y creadores, que distinguen de este espacio radial la posibilidad de sostener un intercambio provechoso sobre la base del juicio propio, adquirido por la entrevistadora durante años de estudio y pesquisaje”, concluyó.

“Una de las cosas más lindas que tiene el espacio parte de los propios oyentes: muchos oyentes escribieron y sirvió para que la gente investigara (…). Eso deja un conocimiento, para siempre, en esas personas (…). Y ese conocimiento lo provocó un programa de radio”.

Por su parte, la prestigiosa crítica de arte Carina Pino Santos, en el prefacio del texto, insistió en que “la autora ha trabajado ese punto de vista de las entrevistas culturales en las que se enlazan lo promocional y lo informativo, sin que ello implique un alcance vinculado con la crítica y la teoría del arte, sino mirado desde el periodismo más clarificador. Una de las bondades de este objetivo de comunicación más funcional ―propio del oficio del reportero― es que coadyuva a lograr una lectura de carácter biográfico que ofrece luz sobre los modos de aproximación al arte y las peculiaridades de la producción artística de los entrevistados. Todo ello a partir de un quehacer de inserción previo de Estrella Díaz, quien ha ido internándose con mucho afán en un campo sumamente especializado, multidisciplinario, complejo y, a la vez, extraordinariamente amplio, como es el de las artes visuales cubanas. Durante ese intercambio dinámico motivado por la profesionalidad de Estrella Díaz, también la plática favorece que percibamos certezas exclusivas de la realidad artística de cada quien, las que no por aparentemente triviales dejan de tener interés. Así, por ejemplo, sabemos que Choco agradece haber trabajado en casa de Eliseo Diego ―donde conoció a importantes personalidades de la cultura―, nos enteramos de la dualidad de músico de Orquesta Filarmónica y escultor que llevó durante años Florencio Gelabert, quien además expone que hizo las mascarillas de Capablanca, Kid Chocolate, Gonzalo Roig y Romañach. Por su parte, Fúster, el Gaudí cubano de la cerámica, descubre que tiene una única manía: “terminar todo aquello que comienza”, advertimos que Fabelo se ve a sí mismo como un “atrapador de imágenes” y así sucesivamente, queda al receptor de estas líneas apresar las curiosas incidencias de cada confesión”.

Mundo K, Roberto Fabelo.

Artistas opinan sobre Luces y sombras

Raúl Santos Zerpa (Santoserpa)

Conocí a Estrella a partir de la inauguración de la Galería de arte de Cifuentes hace unos dos años, y ella me invita al programa Luces y sombras que realiza en la emisora Habana Radio. Fue una experiencia interesantísima, primero por su entrevista que me pareció muy buena, entre otras razones, porque dije cosas que hasta ese momento no había manifestado públicamente provocado por sus preguntas un tanto indiscretas e indagadoras. Una de las cosas más lindas que tiene el espacio parte de los propios oyentes: muchos oyentes escribieron y sirvió para que la gente investigara, que buscaran catálogos, que acudieran a otras personas a preguntar por ese artista. Eso deja un conocimiento, para siempre, en esas personas. Y ese conocimiento lo provocó un programa de radio. Una de las cosas que más valoro en estos proyectos es el conocimiento que deja en las personas”.

Diana Balboa

He escuchado decir a la autora que “no es un libro especializado”. Y a mí no me queda muy claro qué es un libro especializado y qué no. No creo que el mundo periodístico se pueda ni se deba minimizar. Si es un libro de arte o no, lo va a decir el tiempo. Pero, ¿qué es un libro en el que se entrevista a artistas que hablan de su obra, que ―además― se le entrevista de forma acuciosa y valiente. La posteridad dirá si este libro le importa, por ejemplo, a los estudiantes de arte o a los diletantes de las artes plásticas cubanas o lo que sea. Para mí es una experiencia extraordinaria y aplaudo a Estrella y aplaudo al Centro Pablo y a todas las personas que hicieron posible que la palabra se convirtiera en escritura y que, en un futuro, la gente tenga acceso a ese libro, independientemente de que sea especializado o no. Aunque para mí, sí lo es.

Ileana Mulet

Este libro tiene como mérito que muestra la obra del creador, pero también su vida. Y uno de los valores es que se puede apreciar cuán múltiple es la obra de cada cual y la diversidad de tendencias que muestra hoy el arte contemporáneo cubano. Este libro está muy cuidado y, en lo personal, me siento muy dichosa y agradecida por aparecer en él. Estrella, por su trabajo en la radio, tiene muchísimas entrevistas y pudiera hacer varios libros. Me siento muy afortunada por estar en él y lo agradezco.

Piracicaba, René de la Nuez.

Manuel López Oliva

En Habana Radio ha existido una acción dialógica, sistemática, con todos los artistas de todas las tendencias, desde los más reconocidos hasta los menos. El movimiento artístico cubano existe porque tiene mucha gente de mayor o menor nivel, pero que está en constante ebullición de creación. Eso es vital y se ha ido conformando durante diez años a través del programa Luces y sombras de Habana Radio, y Estrella ha logrado mantener una acción sostenida tanto en la página web como en las transmisiones de radio. La conozco desde hace más de veinte años y sé de lo constante que es; somos amigos desde que yo ejercía el periodismo y no tengo a menos decir que fui periodista durante más de treinta años. Estrella es de las buenas periodistas cubanas. Pero, cuando vamos a la historia de la crítica de arte en Cuba, los grandes críticos de arte como Martí, Alejo Carpentier, Cisneros, entre otros, esos grandes críticos de arte han sido periodistas, ¿por qué? porque el periodismo especializado es un campo mayor que el periodismo de noticias. Estoy hablando del periodismo de opinión.

Y cuando se invita a alguien a un programa como Luces y sombras, también se está haciendo una selección, que es lo que, igualmente, hace un crítico de arte. Hay una tendencia en Cuba a la tabla rasa, es decir, a barrer. Estrella, en este libro, sin decirlo, está dando vertientes y caminos que corresponden al campo del arte objetual. Salgo en defensa de este libro porque defiendo el periodismo. Desde el siglo XIX en la prensa cubana hay crítica de arte, lo que pasa es que hoy la crítica de arte se ve como una especie de entidad-entelequia supravital. Y no es así. La única manera de comprender la obra de un artista es comprendiendo lo que el artista vive, y los periodistas tienen capacidad para comprender esas cosas. A veces, muchos críticos de laboratorio no tienen esa capacidad y escriben solamente para demostrar que ellos son los que saben.

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