Un suceso literario que no muere

La Jiribilla
2/2/2018

Corría el año 1982 cuando nació la primera edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de La Habana, un evento que se convertía en expresión del desarrollo cultural alcanzado en Cuba hasta ese momento, gracias al triunfo de la Revolución en enero de 1959.

El Palacio de Bellas Artes acogió la cita que se prestigió con la participación de representantes de algunas naciones latinoamericanas en calidad de observadores.

Marcó así el inicio de un acontecimiento literario que hoy se sitúa en la preferencia del público de todas las edades y sale de sus sedes oficiales en la capital, para llegar a los más disímiles rincones de la geografía caribeña.

Según varias fuentes, la versión inaugural estuvo dedicada a José Martí, Nicolás Guillén y Jorge Dimitrov; y no fue hasta 1998 que perdió su carácter bienal.

Con una clara concepción: el libro, fuente de amistad entre los pueblos, se erigió durante mucho tiempo como el lema oficial, en franco reconocimiento a su intención de acercar a los lectores cubanos a lo mejor de las letras de la región americana y el resto del orbe.

La VIII FIL, en 1998, fue la primera que contó con un país invitado de honor, México, y hasta hoy ha facilitado la aproximación de cuantos asisten a la cultura de tierras como Italia, España, Francia, Alemania, Brasil, Uruguay, Angola, India, Canadá, entre otros.

A más de uno se tuvo en cuenta en 2003, cuando la XII edición invitó a la Comunidad Andina, integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela; mientras que en 2012, les correspondió el turno a los pueblos del Caribe.

En el 2000, la Feria adquirió la frecuencia anual con la que actualmente llega a los amantes de la literatura y hoy se place por constituir el suceso cultural más importante del movimiento editorial en la Mayor isla de las Antillas.

Fue también en ese calendario que la sede principal se trasladó hacia la Fortaleza San Carlos de la Cabaña y estuvieron presentes más de 30 países y diversos organismos internacionales.

De igual modo, surgió el Sistema de Ediciones Territoriales, un aliciente para la materialización de los sueños de no pocos autores desconocidos en cada provincia, y que posibilitó una mayor presencia en la fiesta de las letras.

Cintio Vitier, Roberto Fernández Retamar, Miguel Barnet, Jesús Orta Ruiz, Abelardo Estorino, Fernando Martínez Heredia, Jaime Sarusky…, integran la larga lista de los intelectuales a los que se les ha rendido homenaje en las ediciones de la FIL, que en 2002 se movió por vez primera a otras 18 ciudades.


El suceso cultural más importante del movimiento editorial en Cuba.
 

Antes de 1959

Refieren varias fuentes documentales que el antecedente de la Feria Internacional del Libro lo constituye la primera muestra efectuada del 20 al 27 de mayo de 1937, en la explanada de La Punta, el Malecón y el Paseo del Prado, en La Habana.

Con el esfuerzo de Emilio Roig de Leuchsenring y José Luciano Franco        —destacados en la promoción cultural—, se realizó el evento que tuvo respaldo gubernamental y en el cual intervinieron importantes librerías de la época y la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, la Colonia Hebrea y la Revista Carteles, entre otros.

Asimismo es válido subrayar los intentos de intelectuales de la talla del revolucionario Raúl Roa, quien desde su cargo de director de Cultura del Ministerio de Educación (1949-1952), financió la publicación de relevantes textos, exposiciones y ventas de libros.

Pa´ la Cabaña

Casi comienza la XXVII edición de la Feria, que prevé la puesta a disposición del público de más de cuatro mil títulos y cuatro millones de ejemplares; en tanto se espera la presencia de una cifra superior a las 600 novedades editoriales y a la veintena de eventos profesionales.

Dedicada al doctor Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad de La Habana y Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas; y a la República Popular China, como país invitado de honor, la FIL augura su ratificación cual espacio cultural más aglutinador de Cuba.

La Fortaleza San Carlos de la Cabaña y 22 subsedes de la urbe capitalina darán la bienvenida del 1ro al 11 de febrero a unos 400 invitados de cerca de 40 naciones, 14 proyectos culturales y más de 120 expositores nacionales y extranjeros.

Al cerrar sus puertas, la actual entrega de la festividad, viajará a todas las cabeceras provinciales —habitual en los últimos tiempos—, para culminar en Santiago de Cuba el 13 de mayo venidero.

Convencidos de que “Leer es crecer”, miles de cubanos acudirán al encuentro con la literatura para nutrirse de la sabiduría que emana de las páginas de un texto y demostrar que la Feria es un acontecimiento que no muere.    

Fuente ACN