Tras los pasos de un sueño de trapo

Yanais Vega Bacallao
12/10/2017

Se trata de  un lugar mágico y no exactamente porque ahí viva algún habilidoso practicante de hechizos y pociones encantadoras.

Es más bien del resultado de la complicidad  de laboriosas mujeres, quienes  como hadas del hilo y la aguja le dan vida, cada día, a cientos de coloridos y dispares retazos mediante la confección de los más sorprendentes muñecos de tela.

Quien desande las sinuosas calles del centro histórico de Camagüey,cuyo segmento más antiguo es Patrimonio Cultural de la Humanidad,puede llegarse sin mucho esfuerzo hasta el número ocho de la calle San Isidro en la Plazuela Rosa La Bayamesa, justo ahí radica la  sede del Proyecto Comunitario Carsueños.

Se trata de una iniciativa que con 14 años cumplidos, acumula en su quehacer más de 8 000 creaciones, según afirma orgullosamente su líder y fundadora, la camagüeyana Carmen Soto González, Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2014.

Ese espacio deviene, a la vez, centro de enseñanza para los interesados en desentrañar el arte de la muñequería a través de la creación, y una vez terminadas las últimas puntadas, se inscribe a cada juguete en el libro de honor del proyecto como un infante que acaba de venir al mundo.


Carmen Soto cuenta ya con más de 8 000 juguetes de trapo confeccionados.
Foto: Rodolfo Blanco Cué

Muñequeras en acción

Prácticamente indispensable en cada actividad cultural donde estén implicados los niños deviene Carmen Soto, siempre acompañada de sus cerca de 40 muñequeras —su otra familia—, según las describe.

“Desde que tal iniciativa comenzó a dar los primeros pasos ellas han estado conmigo, es por eso que las siento como mis hijas y mis hermanas que me han acompañado a concretar cada sueño, algunos de ellos parecían lejanas utopías y hoy son la realidad que forma parte del orgullo que sentimos con nuestra labor”.

Ejemplo de esos logros fue la confección de Leonor, nombrada así en honor al reconocido cuento del libro La Edad de Oro, “Mi muñeca negra”, de José Martí, la que con 22 metros de altura descorrió titulares en medios de comunicación de todo el mundo, y aun así le resultó negada su inclusión  en el libro de los récords Guinnes.

La Semana de la Cultura Camagüeyana, la Feria del Libro y la fiesta del Tinajón, son solo algunos espacios donde el público siempre acude a apreciar sus creaciones, verlas trabajar en vivo y tal vez, viajar en el tiempo, al rememorar a esos muñecos de tela que en la infancia a no pocos nos acompañaron en alocadas fantasías ydivertidos juegos.

 A los niños no se les impone el juguete

Así asevera Camen Soto, y tal vez ese sea el secreto que tanta aceptación le ha hecho ganar entre los más pequeños de muchas escuelas primarias de la provincia con su taller “Diseñadores Infantiles y Yo”, iniciativa en la que mediante un intercambio con los pioneros intentan averiguar cómo sería el juguete de sus sueños.

“Esa ha sido una experiencia realmente gratificante pues ellos nos dibujan su fantasía y nosotras intentamos hacer realidad ese sueño, y luego las miradas sorprendidas de ellos mismos es nuestra mayor recompensa”.

Sin embargo, cuenta Carmen, las necesidades de un niño sano no son las mismas que las de uno hospitalizado, de ahí que se dieran a la tarea de comenzar la confección de muñecos terapéuticos para llevar alegría también  a esos otros.

“Hicimos una arduo trabajo investigativo para poder darle vida a esa otra variante, principalmente con el uso de los colores y las formas de los juguetes que confeccionaríamos porque siempre buscamos que sean lo más simple posible, pero que despierten la curiosidad y la alegría de los pacientes”.

Hasta la fecha,  Carsueños ha logrado una marcada complicidad con centros hospitalarios donde se vela por la salud de infantes con afecciones cancerosas, renales y hemáticas, e incluso ha realizado numerosas donaciones a esas instituciones a lo largo de los años.

¿Rapimuñecos o libros de tela para jugar y aprender?

Quien escucha por vez primera la palabra  Rapimuñecos la asocia rápidamente a ese juguete, pero las primeras sílabas tal vez despistenun poco. Sin embargo, no es precisamente despistar la intención de la más reciente iniciativa de "Carsueños",  sino crear habilidades cognitivas más allá del entretenimiento.


Los muñecos terapéuticos han tenido enorme aceptación en los niños hospitalizados
en los centros donde han llegado Carmen y sus muñequeras.
 

“Con los textos de telas, RapiMuñecos: juega y aprende, se intercambia con los niños de una forma didáctico- terapéutica para enseñarles a armar rompecabezas y que adquieran habilidades cognitivasporque mezclamos varios pasajes que abarcan desde geografía hastalecciones de costura, siempre de una forma simple”.

Esa iniciativa, además de los muñecos terapéuticos y variasconferencias sobre la muñequería artesanal en Cuba, llevaron a Carmen Soto a  representar a la Mayor de las Antillas en un evento que tiene lugar  en Francia  en los meses de octubre y noviembre.

Durante sus disertaciones,  la artesana explica cómo es elproceso de confección de un muñeco de trapo y enfatiza en elobjetivo que debe tener cada pieza desde que se dan los primeros pasosen la manufactura de la pieza.

Pero aún nos falta mucho por hacer

Esa es la premisa con que cada mañana echa a andar este modo de hacer muñequería, que con su accionar se ha extendido por variasprovincias cubanas, territorios donde se han impartido talleres decontenido teórico-práctico a los interesados en adentrarse en laconfección artesanal de juguetes.

Dio sus pasos iniciales, en los primeros años de la difícil época de la década del 90 del pasado siglo en la comunidad de Sierra de Cubitas, y se concretó como tal en 2003.

Actualmente es un ejemplo a seguir de cuánto se puede lograr con pocos recursos, pero con muchas ganas de emprender y llevar felicidady fantasía a cada lugar.