En el teatro del Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC) se celebró recientemente  el acto por el aniversario 30 de la Revista Clave.

De extraordinario valor para  la cultura cubana, Clave dedica sus páginas a publicar los resultados de investigaciones musicológicas realizadas por especialistas de este centro y graduados de la cátedra de musicología del ISA. También comparte artículos, crónicas, ensayos, críticas, reseñas de libros y discos, partituras y entrevistas a personalidades destacadas, al tiempo que promueve eventos e  instituciones relacionados con el ámbito musical cubano y latinoamericano.


Cubierta de la multimedia Clave, 30 años por la Música.
 

El acto de celebración contó con la presencia de Orlando Vistel y Marta Bonet, presidente y vicepresidenta del Instituto Cubano de la Música, Laura Vilar, directora de la revista y del CIDMUC, Jesús Gómez Cairo, director del Museo de la Música, así como de investigadores y trabajadores del Centro y  varios de los principales editores y colaboradores de la publicación.

En espontáneo conversatorio Laura Vilar, Liliana Casanellas, José Amer y Jesús Gómez Cairo, explicaron la concepción y el origen de la revista, en lo que fue un homenaje a sus fundadores. Amer rindió tributo, además, a la profesora Alicia Perea, una de las personas que mayor apoyo brindó a su necesaria publicación a partir del año 1986, bajo el auspicio de la Dirección de Música del Ministerio de Cultura. Por causas ya conocidas, en los años 90 la revista tuvo que interrumpir su circulación. En el año 1999 vuelve a publicarse con un nuevo concepto y mejores recursos, esta vez auspiciada por el CIDMUC y el Instituto Cubano de la Música. Comenzaba así su segunda etapa, que se extiende hasta el presente.

Al respecto, Jesús Gómez Cairo relató una anécdota originada durante una reunión  de trabajo con el Ministro de Cultura Abel Prieto y el Comandante en Jefe  Fidel Castro, quien se mostró muy interesado por la revista y los detalles de su perfil editorial. Al indagar sobre la impresión de la Clave, Gómez Cairo —con cierta preocupación, relacionada obviamente con aspectos económicos— explicó que la misma se hacía en Colombia. A ello Fidel, con su agudo sentido del humor y en gesto de aprobación, respondió que era una correcta decisión, hasta tanto nuestra industria poligráfica  pudiera asumirla con similar calidad.

Durante la actividad, también se promocionaron los dos números más recientes de la revista, en soporte papel: la No.1 de 2015 —sobre  la Música en la Cuba Colonial—, presentada  por la musicóloga  Claudia Fallarero, del  Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, y la primera de 2016 —referida a la Música Coral y Sinfónica en nuestro país—, por su homóloga del CIDMUC, Yurién Heredia.

El acto culminó con la presentación de lo que, en una observación personal, constituye un gran aporte a la cultura cubana y a la historia de su música en particular: la presentación de la multimedia Clave, 30 años por la Música.

La información que contiene abarca  las dos etapas de la publicación, entre  1986 y 2016, con una interrupción de nueve años (de 1990 a 1999) y una base de datos exhaustiva con todos los trabajos publicados. Incluye asimismo las portadas, partituras y otros materiales de interés. Desde cada una de las portadas —cuyos diseños llevan la firma de artistas de la plástica como Eduardo Roca Salazar (Choco), Leonel López-Nussa, Tulio Raggi y Diana Balboa— se accede a sus respectivos índices y contenidos. 

En esas páginas encontramos a Alejo Carpentier, Argeliers León, Harold Gramatges, Juan Formell, Chucho Valdés, Leo Brouwer, Van-Van, Irakere, la Nueva Trova, la Guitarra, el Repentismo, Los Festivales, el Jazz y La Timba, entre otros autores, agrupaciones y temas que han sido objeto de entrevistas y estudios de diverso carácter. Todo esto acompañado de fotografías y videos de peculiar valía.

Se trata de la historia de un período de nuestra música en el que sucedieron infinidad de eventos. En ellos intervienen, en calidad de protagonistas, personas cuyos nombres —a veces olvidados— abordan una sorprendente variedad de temas, que invitan al análisis y la reflexión sobre lo que se ha realizado, lo que se hace actualmente y a establecer  pautas para el futuro. Es, en este sentido, que la recuperación de la memoria (o las memorias) nos permite(n) ubicarnos en nuestras propias experiencias y dejarlas como legado a quienes se interesen o aborden los estudios de la historia y de la cultura en general, y de la música en particular.

Imprescindible para rememorar y adentrarnos en la historia de la música cubana y latinoamericana hasta  la actualidad, esta multimedia constituye un instrumento de investigación tanto para musicólogos como para músicos, sociólogos, periodistas, historiadores, artistas, estudiantes y población en general. Por el momento no constituye un producto comercial. Su concreción es un ejemplo de lo útil que puede resultar el soporte digital  como medio para socializar el conocimiento, en este caso de un período fundamental de la música  y la cultura cubana; gesto que debería ser imitado por muchos otros medios e instituciones.

El acto de celebración de los 30 años de Clave contó con la participación de la excelente cantante Yaíma Sáez, acompañada por un cuarteto (piano, saxofón, bajo y batería), que en ocasiones se hizo quinteto, con la inclusión del cello; integrado por instrumentistas muy jóvenes y talentosos, que provocaron la admiración y el entusiasmo de un público conocedor y atento.

No queda más que felicitar a Clave y su colectivo por los 30 años de su fundación, seguros de la utilidad de sus aportes.