Luna Manzanares trae bendiciones sonoras

Leonardo Estrada
5/1/2018

Viernes 29 de diciembre en la noche y el 2017 que casi finaliza. El público cubano se enrumba hacia el teatro Karl Marx para lo que promete ser un bendecido convite sonoro con la versátil artista Luna Manzanares y su concierto Regalo, dirección musical de Jorge Luis Lagarza. El concierto culmina la gira efectuada por las provincias.

Casi una hora antes, el público llega, descreídos del frío que hiere los cuerpos como si fuera protagonista. Adentro, el teatro Karl Marx está más bello que nunca: el escenario, cubierto por cortinas de luces que presentan la escena con una imagen de realismo mágico. En el centro, una luna llena que simula con letras y animaciones proyectadas a nuestra Luna Manzanares. En las demás partes del espacio, aparecen los músicos sucesivamente, con sonoridades indistintas cual verdadera puesta en escena.   

El concierto abre con la parte instrumental que prepara a la diva. Algunos jóvenes patinan elegantemente. Minutos más tarde se hace la voz, la voz de la Manzanares que sentencia que “no hay nada mejor que un día tras de otro”. La batería y el tambor redoblan tras toque grave, imponiendo un sello febril a las notas. La orquesta de violines alcanza su punto más álgido en escalas agudas siempre redondas. El bajo eléctrico y el piano no se quedan atrás: pretenden que viajemos hacia un diapasón de matices diversos, quizás invitando a quien se quedó afuera a ocupar cualquier sitio vacío.

“Casualidad” (del cubano Osmany Collazo) surge con una melodía diferente, toda ternura, como relajándonos del paso frenético que impone nuestra modernidad avanzada. Los acordes calan desde lo más profundo: lágrimas, movimientos al unísono, voces de quienes tararean cuando Luna así lo pide.

Nuestra anfitriona le canta a La Habana y provoca al público así: “¿Quiénes de ustedes son verdaderamente de La Habana?”. Y es que Luna Manzanares ha triunfado en países como Francia con el importante musical Carmen, la cubana, presentado en el teatro Chanteles de París bajo la dirección del británico Christopher Renshaw; sin embargo, su baile, su canto, nos pertenecen.

Ahora interpreta junto al trovador Adrián Berazaín. Luna estrena con él Rayo de Luz, tema que le recuerda sus primeros momentos en Fresa y Chocolate, expresa. La composición fue creada a partir del filme Ya no es antes, realizada por cineasta Lester Hamlet. Es bello el color de ambas voces, bien empastadas y afinadas… aunque quizás algún que otro desliz en las terminaciones vocálicas. “La más manzanares de las lunas”, así se despide Berazaín y le da paso a Israel Rojas, cantante del dúo Buena Fe. La canción “Una mujer” corresponde al disco Sobreviviente 2017, que obtuviera el Premio Cubadisco 2017 por Espectáculo Musical en Vivo. Luna Manzanares agradece que “el artista ha iluminado con sus criterios, su inteligencia la carrera que ha emprendido”.

Momento ideal para una canción-rezo-ritual. La reina de las corcheas aclama a las deidades afrocubanas, a Ochún. Quiere que la bendigan, a ella y a sus fieles —tanto público como familia—, que “derramen (las deidades) toda su luz”, asiente. Muy cerca de Luna se muestra una coreografía danzaria a los orishas. El piano y los violines se unen. También el saxo, el trombón… Los bailarines se entusiasman y coquetean con el cuerpo instrumental, con Luna, provocación para que suban sus timbres.


Luna Manzanares. Su canto ha estremecido a toda Cuba. Foto: TV Yumurí 
 

La adrenalina sube como anuncio del clímax del concierto. Algunos espectadores aprovechan el momento y piden canciones de la Década Prodigiosa. Luna acepta y los conduce hacia aquellos momentos únicos en el repertorio musical universal. Luce cómoda en cada registro sonoro que interpreta, como si encarnara distintos personajes tras las melodías. “Muchas de estas canciones”, declara, las he dedicado al Papa Francisco.

Cierra así el 2017 por todo lo alto, con las bendiciones que ha dejado nuestra Luna Manzanares tras un concierto sublime en el teatro Karl Mark. Todavía el próximo 25 de enero, quienes no hayan bendecido su año entrante con notas musicales, pueden hacerlo en la Basílica Menor de San Francisco de Asís, donde se presentará nuevamente con la Camerata Romeu en homenaje a la emisora Habana Radio.