Fallece el intelectual cubano Néstor García Iturbe
14/11/2018
Es bastante habitual decir que cuando fallecen escritores e intelectuales, como Néstor García Iturbe, su trabajo permanece con nosotros. Sin embargo, en el caso de Iturbe, su trayectoria subraya esto aún más, aunque puede que no sea admitido por todos.
Néstor García Iturbe
Llevo muchos años leyendo su obra en forma de artículos. Sus escritos siempre me han fascinado, especialmente en lo que respecta a sus especialidades: las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y el sistema político en los Estados Unidos. Habíamos estado en contacto por correo electrónico. Prefiero asociarme con esos cubanos revolucionarios que no se hacen ilusiones sobre el imperialismo estadounidense y sus objetivos a largo plazo, ya sea en la forma de Bush, Obama (con su “táctica suave”) y Trump.
Así, cuando mi libro anterior (Cuba y sus vecinos) fue presentado una vez más— esta vez en el ICAP el 19 de noviembre de 2015—, me arriesgué e invité a Iturbe, aunque sabía que tenía cosas más importantes que hacer. Para mi sorpresa y alegría, ¡apareció! Un honor para mí. Después de la parte formal, intercambiamos firmados su volumen Estados Unidos, de raíz (2007) y mi libro presentado entonces.
No mucho después de que se publicara mi próximo título sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba (2017), gracias a Iroel Sánchez y su blog poco ortodoxo La pupila insomne se dio a conocer un artículo importante: “Los dineros del Tío Obama”. Consistía en una sección de un diploma universitario en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), obra de Aileén Carmenaty Sánchez con tutoría del propio García Iturbe y del Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández Nordelo, Vicerrector del ISRI. Me alegró mucho leer esto y contribuir a su publicación en español y en inglés (traducida tan cuidadosamente por un amigo de Cuba).
El artículo me golpeó. Una de las razones fue verdaderamente “egoísta”, pues confirmó la tesis principal de mi último libro. Pero lo más importante fue que la realidad de las relaciones Cuba-Estados Unidos bajo Obama se diera a conocer en Cuba y en el resto del mundo. El texto se publicó en un momento en que no era (y aún no es) tan “políticamente correcto” decir algo negativo sobre Obama. Pero, nuevamente, Iturbe prefirió los principios antes de ser “políticamente correcto”.
Ahora, en el momento de la muerte de Iturbe, este trabajo, así como los demás, es más relevante que nunca. ¿Por qué? Para mí está bastante claro que el próximo presidente de los Estados Unidos será Barack Obama, aunque no formalmente. Los candidatos favoritos del partido demócrata que buscan una nominación y que casi seguramente derrotarán a Trump en 2020 son Michelle Obama, Jo Biden, Elizabeth Warren y muchos otros. Cualquiera que sea, mi investigación ha demostrado que Barack Obama será el presidente de facto, con su lado relativamente positivo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba; pero también el aspecto peligroso de subvertir a Cuba desde adentro: la seducción para reemplazar la agresión una vez más.
Usemos el trabajo de Iturbe ahora para asegurarnos de que la ingenuidad no eche más raíces. Estoy seguro de que él, su familia y sus colegas en Cuba, además de sus muchos admiradores fuera de la Isla, apreciarían esto.
Honor y respeto para Néstor García Iturbe, no solo ni principalmente porque ha fallecido, sino porque quiso y supo ver, y vio bien. En ese camino se halla asimismo Arnold August, quien le rinde tributo desde la luz compartida. Que haya quienes no quieran ver, y no ven, no debe asombrarnos; pero tampoco tiene por qué complacer a quienes aspiren a pensar y actuar rectamente, sobre todo en asuntos de tanta relevancia, tanta hondura y tantas implicaciones como la hostilidad de los Estados Unidos contra Cuba. Esa hostilidad, de larga data, puede ser incluso más intensa y peligrosa cuanto más se enmascare, pero no hay máscara que la oculte realmente.