Aproximar más la oferta a la demanda cultural en verano

Ana Esther Zulueta
30/8/2017

Aunque durante las primeras jornadas del período estival la opción de sol y playa se vislumbra como la preferida entre los residentes en Isla de la Juventud, el sistema de cultura en el Municipio Especial promueve una variada programación bajo el lema “Cultiva tu tiempo, cultiva un verano”.

Afincados en la política cultural cubana, que respalda la libre circulación de buenas ideas, y la creación de condiciones para la difusión de bienes y servicios, las instituciones, consejos, casas y direcciones del ramo continúan apostando por sedimentar el hábito de lectura, formar el gusto estético, estimular la recreación sana y fomentar las tradiciones.


De verano anda la Isla .Fotos: Víctor Piñero Ferrat. Periodico Victoria

Entre las propuestas concebidas por los especialistas locales destacan La  Sonrisa de Charlotte —festival del audiovisual que auspicia la Asociación Hermanos Saíz—, el Evento de Cerámica (del Consejo Municipal de las Artes Plásticas) y la decimocuarta edición del TEASUR, propuesta de las artes escénicas para llevar sus puestas a las comunidades menos favorecidas con instituciones culturales.

Visitas a museos, espectáculos artísticos, conciertos de locales y nacionales, competencias de baile de casino, así como espacios temáticos en las casas de cultura, dedicados al bolero, el danzón y otros géneros, figuran entre las ofertas veraniegas a fin de estimular la participación popular.

No obstante al variopinto programa de actividades, son evidentes los sesgos en su concepción, porque no se logra el suficiente respaldo del público.

Vale la pena tener en cuenta para próximas ediciones los estudios de consumo cultural que realiza la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la universidad local, para pulsar mejor la heterogeneidad y cosmopolitismo de la sociedad pinera y aprovechar lo valioso y positivo de su capital social.

Todos estos elementos permitirían tener una visión más abarcadora del consumo cultural de los locales y así aproximar lo más posible las curvas de oferta y demanda, sobre todo en verano.