Vínculos históricos entre Cuba y Puerto Rico

Maya Quiroga
18/9/2019

Como parte de las celebraciones por el décimo aniversario de la Casa del Alba Cultural, el doctor Eusebio Leal Spengler dictó la conferencia magistral “Vínculos históricos entre Cuba y Puerto Rico”, que constituyó una verdadera lección de historia sobre las luchas contra el colonialismo español en América Latina.

El doctor Eusebio Leal Spengler durante la conferencia magistral “Vínculos históricos entre Cuba y Puerto Rico”.
Foto: Internet

 

El historiador de La Habana consultó en los Archivos de la Oficina que preside los antecedentes de un encuentro entre su antecesor, el doctor Emilio Roig, y Don Pedro Albizu Campos.

Al decir del doctor Leal, ese encuentro está precedido por una misiva de Federico Henríquez y Carvajal —el amigo de José Martí y depositario de su carta memorable— donde le dice a Roig que reciba a ese joven boricua para insertarlo en la realidad intelectual cubana.

En ese sentido, la llegada del puertorriqueño devino gran suceso en el seno del Grupo Minorista, apunta el historiador, y añade: “Conservamos en el Archivo los manuscritos de Don Pedro Albizu Campos sobre la conferencia que debió pronunciar en la reunión de los Minoristas y las bases en que se fundaba el partido por la independencia de Puerto Rico”.

Así se crea la Junta de Solidaridad con la isla hermana, donde participaron los más notables intelectuales cubanos de la época: Alejo Carpentier, Rubén Martínez Villena, el puertorriqueño Pablo de la Torriente Brau y el joven poeta comunista Juan Marinello.

Según le contó a Leal Conchita Fernández —quien fuera secretaria de don Fernando Ortiz y después de Fidel Castro—, aquel encuentro con el joven abogado boricua formado en los Estados Unidos había resultado un hecho trascendental.

Posteriormente, Roig fundó un Comité de Solidaridad. En tres ocasiones creó organizaciones para la defensa de los prisioneros políticos y le escribió cartas a los presidentes de los Estados Unidos solicitando justicia con ellos. En 1953 publicó un libro sobre la justa causa de la isla hermana.

Muchos años después, el presidente de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en su única visita a San Juan, Puerto Rico, tuvo la oportunidad de hablar cerca de la tumba de Albizu Campos. De él resaltó cómo el largo periplo de su vida estuvo colmado de sufrimientos que padeció con un estoicismo ejemplar, pero finalmente logró construir un porvenir desde el seno de su Patria.

Leal rememoró el primer homenaje de la Oficina a Albizu Campos, en 1969, cuando apenas habían transcurrido cuatro años del deceso del doctor Emilio Roig.

“Don Pedro nació un 12 de septiembre —igual que Leal—, hombre sensible en extremo sabía levantarse del estado depresivo que le producían las cincunstancias del país y del exilio del pueblo boricua en los Estados Unidos”.

Es por eso que en la Cripta del Capitolio Nacional donde fueron depositadas las cenizas del mambí desconocido como fundamento de la nación, está la bandera cubana de Carlos Manuel de Céspedes junto a la enseña de Puerto Rico, la república que no llegó a ser.

Por otra parte, se refirió a que en el Cementerio Cristóbal Colón descansan los restos de la poeta Lola Rodríguez de Tió, autora de los versos: Cuba y Puerto Rico son/ de un pájaro las dos alas.

De los boricuas, cuya bandera tiene los colores invertidos a los del pabellón cubano, resaltó cómo contribuyeron a la lucha contra el colonialismo español desde las filas de las tropas mambisas cubanas y desde otros frentes en el exilio. Hoy su batalla es por conservar el idioma, la música autóctona, la identidad, las leyendas e historias, lo que él llama el espíritu del país.

“Fidel creyó siempre en la causa de Puerto Rico y dijo que mientras existiera uno solo que defendiera esa causa, Cuba lo apoyaría. El tema que nos reúne es tema serio. Perseveremos en ello, con toda nuestra fuerza, con todo nuestro cariño”, concluyó el historiador.