Si tengo un hermano: un guerrillero antillano en el paralelo 17

Félix Bolaños Leyva
9/2/2020

Uno de los atractivos de esta edición 29 de la Feria Internacional del Libro de La Habana (FIL), es precisamente el acompañamiento de la República Socialista de Vietnam como País Invitado de Honor, pues se trata de una nación tan lejana en el espacio, como cercana a los sentimientos del pueblo cubano. Las primeras referencias llegaron a través del relato que escribiera José Martí e incluyera en La Edad de Oro: “Un paseo por la tierra de los anamitas”; en el cual afirma que “[…] También y tanto como los más bravos, pelearon y volverán a pelear, los pobres anamitas, los que viven de pescado y arroz y se visten de seda, allá lejos, en Asia, por la orilla del mar, debajo de China”. Más tarde, desde el triunfo de la Revolución en 1959, el contacto se hizo realidad estrechándose y afirmándose. La lucha revolucionaria en el Sur y la posición tenaz frente al poderoso imperio yanqui, bajo la dirección de su Partido y del inolvidable presidente Ho Chi Minh, fueron terreno idóneo para forjar un vínculo aún más fuerte entre los dos pueblos. Aún se recuerda una frase expresada por Fidel, cuando la situación les era más dura y adversa producto del poderío enemigo: “Por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre”.

Presentación de los volúmenes: Fidel. Un guerrillero antillano en el paralelo 17, y Si tengo un hermano. 58 años de solidaridad entre Cuba y Vietnam, por la Casa Editora Abril. Fotos del autor
 

Como parte del programa literario de la FIL se presentaron en la sala Nicolás Guillén, en La Cabaña, los volúmenes: Fidel. Un guerrillero antillano en el paralelo 17, y Si tengo un hermano. 58 años de solidaridad entre Cuba y Vietnam, que ven la luz por la Casa Editora Abril.

Fidel. Un guerrillero antillano en el paralelo 17 recoge las experiencias del periodista José Llamo Camejo, quien en el año 2017 recorrió las zonas transitadas por el líder histórico de la Revolución Cubana, en un intento por descubrir y socializar la magnitud de la cosecha de aquella semilla abonada por Fidel en 1973, en ocasión de su primera visita a Vietnam que, vale recordar, se produjo entre el 12 y el 15 de septiembre, apenas unas horas después del golpe militar que derrocó al gobierno de la Unidad Popular, en Chile y ocasionó la muerte del presidente Salvador Allende; acontecimiento que provocó tristeza en aquellos días intensos y de emociones encontradas. 

Fidel. Un guerrillero antillano en el paralelo 17,  de José Llamo Camejo.
 

El libro, nutrido de ingredientes humanos, contiene testimonios contados por personas que estuvieron cerca del Comandante en Jefe. Está estructurado en ocho capítulos a base de relatos, crónicas, reportajes y entrevistas, entre las que destacan las realizadas a Nguyen Dinh Bin, un joven que realizó estudios universitarios en Cuba y conoció de cerca a Fidel; el acercamiento al hospital de Quang Binh, construido y equipado completamente por Cuba para atender a la población de la zona y también a los combatientes; el testimonio de Minh Ky, quien comandó una fuerza que frenó a un batallón de la Infantería de Marina de los Estados Unidos y luego acompañó a Fidel en su recorrido, y las revelaciones de Thi Huong, una joven alcanzada por una mina y recogida casualmente por Fidel, al paso de la caravana por el lugar del suceso.

El autor, al decir de Martha Reyes en el prólogo, aplica principios básicos del periodismo, como proximidad y prominencia, más allá de la distancia geográfica entre los dos pueblos, un trayecto que él reduce a cero, al introducir al lector “en aristas desconocidas sobre la hazaña emancipadora de los vietnamitas, una proeza que la humanidad no olvida ni desestima”.

Si tengo un hermano. 58 años de solidaridad entre Cuba y Vietnam.
 

Por su parte, Si tengo un hermano. 58 años de solidaridad entre Cuba y Vietnam, es una compilación de textos que acercan al lector, desde diferentes miradas, a la esencia de los vínculos entre Vietnam y Cuba: “Sus páginas descubren sentimientos, recuerdos, puentes que se tendieron entre hermanos de bala, de empeño, de sueños”.

Sus autores: Adela Moro Díaz, Gabriela Rodríguez-Loeche y Héctor Quintero Travieso, reúnen aquí un grupo de textos de la autoría de escritores y periodistas cubanos, como el propio José Martí (“Un paseo por la tierra de los anamitas”); Félix Pita Rodríguez (“Su nombre puede ponerse en verso”); Marta Rojas (“Crónicas de la guerra”, “Acto de amor”, y “Entrevista con Ho Chi Ming”"); Anisia Miranda (“La leyenda del lago”), y Arlen Rodríguez Derivet (“Vietnam: Devastado por la guerra, salvado por la renovación”); también se recogen los sentimientos de quienes encontraron en Cuba una segunda patria: Lam Nguyen Thanh (“La madre, pero mía”), y la letra de la canción “Madre”, de Silvio Rodríguez: «Madre, /que tu nostalgia se vuelva el odio más feroz, /Madre, necesitamos de tu arroz… /Madre, en tu día los muchachos barren minas en Haiphong…».

Esta preciosa colección de textos, recorrida por las que en un principio fueron hermosas fotografías e ilustraciones —fotografías del archivo personal de Marta Rojas y otras realizadas por Lorenzo Santos; ilustraciones de Roberto Alfonso, y grabados de La Edad de Oro—, mereció un mejor cuidado por parte de la Empresa de Artes Gráficas Federico Engels. Vale la pena una reedición que salve con mejor calidad visual un libro que resume, como ningún otro, las relaciones con un pueblo por el que decidimos dar hasta nuestra última gota de sangre y que en la actualidad se erige como baluarte en defensa de la Revolución cubana.