Selección de poemas

Ernest Hemingway
5/10/2016

Lo inexplicable

Cuando los insectos de junio estaban en círculo
alrededor de la luz de arco de la esquina
y proyectaban sombras en la calle;
cuando deambulabas con los pies descalzos
una noche oscura y cálida de junio
por donde el rocío de la hierba fresca bañaba tus pies.
Cuando oíste el punteo del banjo
en el porche del otro lado de la calle,
y percibiste la fragancia de las lilas del parque
había algo que forcejeaba en tu interior
que no podías expresar con palabras.
Estabas realmente viviendo poesía a oscuras.

Cautivos

Algunos llegaron encadenados.
Sin remordimientos,  pero cansados.
Demasiado cansados, sólo para tambalearse.
Pensando y  odiando haber sido acabados
pensando y peleando por haber sido acabados.
Así se cura  una larga campaña,
fabricando fácilmente la muerte.

Campos de Honor

Los soldados nunca mueren bien:
las cruces marcan los lugares;
donde ellos cayeron  hay cruces de madera;
un palo sobre sus caras.
 
Los soldados empujan y tosen y caen de cabeza
todo el mundo grita en rojo y negro
los soldados se sofocan en una trinchera y
se asfixian completamente durante el ataque.

Todos los ejércitos son iguales

Todos los ejércitos son iguales
la publicidad es fama
la artillería hace el mismo viejo ruido
el valor es atributo de los muchachos
los viejos soldados tienen los ojos cansados
todos los soldados escuchan las mismas viejas mentiras
los cadáveres siempre han atraído a las moscas.

No me interesan las mujeres extravagantes

No me interesan las mujeres extravagantes
ni el coñac
ni las mentiras
porque estoy enamorado.

Conclusión

Así que si ella muere
y tú lo escribes
siendo un escritor y una mierda
mitigándolo cuando duermes otra vez de noche,
solo o diciéndoselo a las putas
sus mentes están embotadas
pero, oh, sus vaginas están en su sitio
les pagas pero algunas veces también les gusta
y sienten tus heridas más ávidamente que te sienten a ti.

FICHA

Ernest Hemingway: Escritor, periodista y cazador estadounidense. Nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Illinois y murió en Ketchum el 2 de julio de 1961. Es uno de los escritores más importantes del siglo XX. Residió en Cuba durante muchos años, en la Finca Vigía, que actualmente es un lugar de visita obligado para los interesados en la vida de este escritor, lugar donde escribió algunas de sus obras más relevantes como El Viejo y el mar (1952), con la que ganó el Premio Pulitzer de Literatura en 1953 y que le fue inspirada por un pescador cubano. Otras de sus obras son Fiesta (1926), con la que alcanzó la fama, Adiós a las armas (1929) y Por quién doblan las campanas (1940). En 1954 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.