Selección de poemas

Juana Borrero Pierra
18/5/2016

¡Todavía!

¿Por qué tan pronto oh mundo! me brindaste
tu veneno amarguísimo y letal?…
¿Por qué de mi niñez el lirio abierto
                    te gozas en tronchar?

¿Por qué cuando tus galas admiraba,
mi espíritu infantil vino a rozar
del pálido fantasma del hastío
                    el hálito glacial?

Los pétalos de seda de las flores
déjame ver y alborozada amar,
ocúltame la espina que punzante
                    junto al cáliz está.

Más tarde!… Cuando el triste desaliento
sienta sobre mi espíritu bajar
y el alma mustia o muerta haya apurado
                    la copa del pesar;

Entonces sienta de tu burla el frío
y de la duda el aguijón mortal…
Pero deja que goce de la infancia
                    en la hora fugaz!

1891.
 

El Ideal

¡Yo lo siento en mi alma!…
él me reanima
y me presta el calor del entusiasmo,
él me muestra a lo lejos, siempre verde
laurel inmarcesible y codiciado!

El inspiró los cánticos fugaces
do rimé mis primeros desengaños,
él me conduce ahora sonriente
por la senda difícil del trabajo

Cuando a veces me postra el desaliento
o la nostalgia ardiente del pasado,
él me ilumina un porvenir glorioso
con el fulgor benéfico de un astro.

Donde quiera me lleve he de seguirle
y aunque deba morir en suelo extraño
yo cruzaré tras él siempre serena
la inmensidad grandiosa del océano.

¡Oh patria! Si la muerte inexorable
no me detiene con su helada mano
en mitad de la senda peligrosa
a donde en pos de mi ideal me lanzo,

Tu recuerdo que siempre irá conmigo
me dará nuevo ardor ante el obstáculo.
¡Yo salvaré mi nombre del olvido!
¡Yo lucharé por conquistarte un lauro!

1893.
 

Mis Quimeras

En el misterio de la noche
cuando el insomnio me atormenta
gira en mi mente visionaria
alado enjambre de quimeras.

¿Adónde van mis locos sueños?
Mis ilusiones ¿do me llevan?
Hacia el país de las delicias
donde se olvidan las tristezas.

Donde es el cielo siempre puro,
donde en las horas de la siesta
se oye rumor de blandas olas
al expirar sobre la arena.

Donde se siente la esperanza
llenar de luz el alma enferma
y los espectros de la duda
raudos huir de la conciencia.

Donde al llegar la noche breve
siempre tranquila, siempre fresca,
gimen las brisas del océano
como la voz de las sirenas,

Mientras desciende de la altura
el resplandor de las estrellas
y se dilatan mis pupilas
en sus pupilas soñolientas!

Cuando los astros palidecen
y el horizonte se clarea
rápidas huyen con la noche,
mientras el mundo se despierta

Y el resplandor de la mañana
en mis cristales reverbera.
Entonces vuelven a mi espíritu
mis agonías y mis penas,

El ideal que me entusiasma
el desaliento que me enerva,
y la recóndita tortura
que me producen las tristezas
de aspiraciones imposibles
que me amargaron la existencia!

1892.
 

En sueños

Cuando se cierran mis cansados ojos
en el sopor dulcísimo del sueño,
oigo una voz que con amor me nombra,
¡voz de un amigo al que dejé muy lejos!

Palabras murmuradas en voz baja
que pronuncian mi nombre con misterio,
muy cerca de mi oído, y sin embargo
me parece que vienen de muy lejos

Entonces me incorporo sollozando,
tiendo las manos pero nada encuentro,
¡y no vuelvo a escuchar la voz querida!
que me estaba llamando desde lejos…!

1983.
 

Cantares

Bajo tus ojos azules
mis ilusiones se abrieron
como las flores se abren
bajo la lumbre del Cielo.

Como el mar es la tristeza
recóndita que me embarga,
profunda, como sus olas,
como sus olas, amarga!

Ni la calma de tos ojos
Ni tu enigmática risa,
Harán que ignore la causa
De tu amargura infinita.

¡Desde que aprendí a reír
para ocultar mi tristeza,
comprendo todo lo margo
que en tu sonrisa se encierra!

1893.
 

Nostalgia

Ya perdió para siempre el espíritu
la quietud de sus días de calma
como pierde su lumbre una estrella,
como pierde una flor su fragancia.

En mi pecho se alberga el fastidio
y me agobia profunda nostalgia;
la belleza inmortal de natura,
el engaño feliz de la infancia,
la memoria de días tranquilos,
el recuerdo de dichas pasadas,
no han podido llenar un instante
el vacío que siento en el alma.

1894.

FICHA
Juana Borrero Pierra: Poeta y pintora cubana. Nació en La Habana, el 18 de mayo de 1877. Murió en La Florida, EE.UU. , el 9 de marzo de 1896. Su padre, Esteban Borrero, fue patriota, militar, científico, poeta y narrador; su hermana, Dulce María Borrero, se destacó en poesía y prosa. En 1892, Juana acompañó a su padre a Nueva York, donde se encontró con José Martí quien organizó una velada en su honor en Chickering Hall. Sus poemas aparecieron en la antología Grupo de familia, poesías de los Borrero, publicada en 1895, el mismo año en que apareció el único libro de poesía que ella publicaría Rimas. Los poemas de Juana también fueron publicados en La Habana EleganteGris y Azul y el Fígaro. Además de valiosas pinturas y dibujos que le sobrevivieron, dejó un extenso epistolario, el cual fue publicado en La Habana, en dos volúmenes, entre 1966 y 1967.