Rock de la loma: de la promoción a los estudios del género en Cuba

Miriela Fernández
4/3/2017

Del 22 al 26 de febrero se desarrolló el evento Rock de la loma, que reúne en Bayamo, Granma, a promotores del género de toda la Isla. Las jornadas de debate y presentaciones, coincidentes además con otros espacios derribados por los martillos del metal como el Brutal Fest y diferentes peñas, indican que esta cultura sigue viva en el país e incentiva los estudios académicos.

En la plaza de Manzanillo no hay fotógrafos profesionales. Sin embargo, varias cámaras rodean la ejecución de la baterista Juliana Batista. Es integrante de Antidemon, la banda brasileña de death metal que ha dominado las alturas en Rock de la loma. Los flashes también viajan desde abajo. Fanzineros y público en general han captado el performance de este grupo y de los cubanos que conforman el cartel del encuentro como el local Blooshed, Strike back (Camagüey) y Spermask (Holguín).


Trendkill, banda capitalina. Fotos: Cortesía de la autora.

Las presentaciones suceden en la noche. De La Habana ha llegado Trendkill, perteneciente a la Agencia Cubana de Rock, y una alineación de larga trayectoria en la escena nacional, los villaclareños de Blinder. Del estado del rock y el metal allí trae noticias su director, Erick Domenech, quien ha complementado el abrazo a viejos conocidos y a otros nuevos con la entrega de Syncretic, el último demo de la banda.

Precisamente, las producciones actuales han tenido su espacio en el evento. Se han intercambiado los demos de los camagüeyanos Strike back y Desboce. El promotor y productor Omar Vega ha esparcido el Reborn From Ashes, de la banda holguinera Mephisto, un proyecto a cuatro manos con la productora independiente Concreto Records, de México. Al decir del experimentado fanzinero, esta es una oportunidad para las alineaciones metaleras del patio, ya que “las puertas han quedado abiertas para seguir trabajando entre Concreto Recs. y Cuba”. El disco reúne temas clásicos de la primera alienación cubana de black metal, como Lord Draculia y Mausoleum of Inmortals, pero más lustrados ahora al ser interpretados junto a la Orquesta Sinfónica de Holguín. 


Antidemon, alineación brasileña.

De esa forma, Rock de la loma resulta un evento de actualización sobre la escena cubana y las alternativas de producción que se ponen en práctica en un contexto donde la transmedialidad, sin dudas, está determinando una mayor conexión desde aquí con el escenario internacional. Los vínculos con sellos independientes, los modos novedosos de obtener contratos con distribuidoras extranjeras, la presencia de producciones cubanas en Internet, el intercambio con bandas como la propia Antidemon y otros pasos de autogestión son esenciales para el desarrollo de la escena, si bien sigue siendo importante el diálogo con la institucionalidad, de lo que es ejemplo la organización del festival por la Asociación Hermanos Saíz provincial y el apoyo de la Dirección de Cultura del territorio, que junto a promotores y músicos hicieron posible los directos del trío brasileño, el intercambio entre bandas en Manzanillo y la llegada de quienes defienden la escena en diferentes sitios de la Isla. Estos últimos también dieron su contribución personal para participar en el encuentro.

La filosofía del evento de hacer confluir bandas y promotores es fundamental, sobre todo en un momento de transición de la escena nacional, donde se repiensan las formas de su desarrollo cultural. Por tanto, se trata de un espacio de reflexión, único hoy en el país, que debe continuar alimentándose de la diversidad de visiones, propuestas y prácticas de sostenimiento del rock y el metal aquí. Ello lleva también a sumar a investigadores en estas discusiones.


Intercambio entre promotores.

Si bien, como apuntó Pavel Reyes, uno de los gestores del evento en 2004, este fue pensado inicialmente para los promotores del rock y el metal, en la actualidad es preciso mantener esa esencia y ampliarla. No son solo los fanzineros quienes, además de los músicos, hacen el trabajo promocional y dejan memoria de la escena cubana, sino productores, representantes, fotógrafos, realizadores audiovisuales, como ha mostrado aquí un impactante documental sobre la banda camagüeyana Grinder Carnage, un homenaje al joven guitarrista Pedro Armando Junco (Mandy), según expresó el promotor Salvador Torres. Pero también los investigadores han empezado a preocuparse por aportar al desarrollo de los géneros de la música alternativa y las culturas que gestan.

Esa relación entre las investigaciones sobre rock, metal, tendencias relativas (punk, hardcore) y la escena ha tomado auge a nivel internacional. Desde 2011 se ha creado la Sociedad Internacional de Estudios Musicales del Metal (ISMMS, en inglés) con el objetivo de “impulsar y facilitar las investigaciones académicas trans e interdisciplinarias que miran los procesos y fenómenos relacionados con la música heavy metal y la cultura, y sustentar el reconocimiento de estos trabajos como una significativa contribución a la comunidad académica”. Aun cuando es una asociación reciente, se basa en textos precursores de estos estudios como los de la socióloga Deena Weinstein y el musicólogo Roberto Walser.

En la Isla, donde la historia del rock y el metal, así como sus análisis de carácter trans e interdisciplinario, todavía están despertando, se necesita la fundación de este campo. Existen investigaciones que constituyen, sin dudas, referencias ineludibles, entre ellas, el libro Hierba mala: una historia del rock en Cuba, de Humberto Manduley. Tanto las controversias vividas por el rock y el metal y géneros relativos en el contexto cubano, así como el arraigado sentido cultural y la creación desde diferentes roles, resultan cuestiones de interés para la academia cubana. Pero, además, las nuevas maneras de construir y difundir la escena, que representan desafíos al escenario nacional y que, a partir del compromiso con estas músicas, pretenden reenergizar espacios ya instituidos. Rock de la loma fue una forma de constatar estos esfuerzos, y un incentivo para incorporar otros, radicados en el ámbito académico.