“Nunca me separé de mi amor a la Patria”

Marcela Heredia
6/3/2018

Desde hace varios días el líder independentista puertorriqueño Óscar López Rivera se le puede ver por diversos sitios caraqueños. Llegó a la capital venezolana para unirse a ese clamor de voces que desde diferentes partes del mundo defiende la soberanía e integridad de las naciones. La Jornada Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana es un motivo, su compromiso con la causa que defiende, un inclaudicable deber.

Óscar López Rivera
Durante conferencia en la Univerisdad de La Habana. Fotos: Ismael Francisco
 

Hombre conocedor de las mil batallas que hay que llevar adelante para lograr los objetivo y sobre todo cuando esos objetivos encierran paz y libertad, Óscar a sus 75 años es un símbolo dentro de los movimientos independentistas y progresistas de la región.

Creo que las condiciones en Puerto Rico son muy malas, pero estamos luchando, mientras haya esperanza y haya lucha, posiblemente obtengamos una victoria. Caracas me ha recibido muy bien, sobrepasa mis expectativas. Ha sido una rica experiencia. He conocido venezolanos, sé como ellos se comportan, sé que hay mucho amor para este país.

¿Cuál es la bandera que hoy está levantando Óscar a raíz de la conmemoración por los cinco años de la partida de Hugo Chávez y la situación política en la cual se encuentra Venezuela?

Venezuela está en pie de lucha independientemente de la injerencia de Estados Unidos. El presidente Chávez sembró una semilla de amor en esta Patria, una semilla de lucha y cuando se siembra esa semilla de lucha y resistencia, perdura, puede ser una semilla perenne.

¿Por qué cree usted que las próximas elecciones venezolanas son importantes?

El pueblo venezolano fue el que eligió al presidente Chávez, fue el que eligió al presidente Maduro, es el pueblo venezolano el que debe de decidir lo que pasa dentro de Venezuela, sin injerencia de ningún gobierno, y también protegiendo lo que se ha logrado. Se han logrado cosas positivas, entonces hay que defenderlas. No podemos nunca permitir que vengan otros a dictarnos cómo vivimos, qué debemos de hacer, dictarnos la vida que debemos de vivir. Podemos estar bien seguros de algo, el gobierno estadounidense nunca le ha importado los países en los que se meten, donde van a controlar, no les importa quienes son, cómo son.

El caso de Puerto Rico es el mejor ejemplo. Estados Unidos entró a Puerto Rico lo ocupó militarmente y por 120 años no nos ha permitido ni siquiera ejercer ese derecho inalienable que es el derecho a la libre determinación. Además, el colonialismo es un crimen contra la humanidad. ¿Por qué se le permite a una nación seguir actuando criminalmente? Esas son cosas que tenemos que tener en mente cuando bregamos con el gobierno de Estados Unidos.

Usted ha declarado recientemente que la injerencia de Estados Unidos en Venezuela es criminal, ¿por qué esa evaluación?

Cualquier injerencia de una nación sobre otra con propósitos malvados es criminal, automáticamente aquello que se está implementando es un crimen.

El gobierno de Estados Unidos cuando quiere hacer algo lo hace, pero no para el beneficio de aquel país o aquella nación no es para su beneficio, es para el beneficio del gobierno estadounidense y para los suyos.

¿Cómo hizo Oscar para resistir tantos años de encierro acusado de conspiración?

Lo principal en este caso es la causa noble y justa que yo escogí servir. Si el colonialismo es un crimen y yo soy puertorriqueño, y Puerto Rico es una colonia, entonces me incumbe luchar por la independencia de Puerto Rico, sea donde sea, dentro o fuera de prisión. Nunca en los 35 años en los que estuve preso me separé de ese amor a la Patria, me separé de esa necesidad de luchar por la Patria y creo que lo haré hasta el último suspiro.

La prisión en sí es algo bien antihumano, es un sitio donde si uno lo permite se puede llegar a perder la mente, la salud, y salir como ellos quieren que uno salga, sin espíritu de lucha, sin creer que podemos, es una deshumanización total.

Dentro de Estados Unidos existen dos cosas necesarias de ponerle atención: primero la población nativa, cualquier persona que visite una reservación de los nativos americanos va a ver la destrucción que sufre un ser humano cuando se le quita su cultura, se le quita su lenguaje, se le quita sus tierras. Es así como vive el nativo americano. Pero también existe una comunidad africana-americana que nunca ha parado de ser discriminada, la discriminación contra el africano-americano es un crimen que no se puede ocultar  de ninguna manera. Si eso es dentro de la nación, no podemos esperar nada bueno fuera de la nación.

Oscar López Rivera izquierda fue recibido en el aeropuerto internacional José Martí por Fernando González
 

¿Usted nunca flaqueó, nunca dudo de sus convicciones, nunca se arrepintió?

Jámas. Una de las cosas importantes fue cuando decidí entrar a la lucha por la independencia de mi Patria, lo hice como ciudadano de mi Patria para cumplir con un deber, los deberes se cumplen hasta que se obtenga la meta. Lo hice porque como ciudadano no hay otra alternativa más que luchar por la Patria.

Es bien sencillo, no importa donde estemos, si amamos lo que hacemos no hay nada que elimine ese amor. La fuerza del amor la podemos usar en la lucha, la podemos usar para buscar una mejor calidad de vida, pero es una cuestión de amor, las luchas se hacen con amor. Estando preso jamás detuve ese amor por mi Patria.

Habló de amor y recordé a Chávez, el Chávez para siempre, el Chávez forever que escuchamos hace cinco años en múltiples idiomas, retumban frases que hablan del amor, sitúan el corazón, sitúan la lealtad y sitúan el liderazgo de este hombre que se puso al frente de una batalla que muchos hoy recién entienden cuando él hablaba de salir a defender la Patria y hablaba de la importancia de un pueblo activo y unido. Muchos recién logran redondear la idea y entender de lo que hablaba cuando llamaba a su pueblo venezolano y latinoamericano a estar unidos. ¿Cuándo lo ves, qué piensa Óscar?

Después que el presidente Chávez llega al poder, siempre fue como una fuente de inspiración y esperanza. Podemos ver a una persona, ver su imagen siempre de sonrisa, un hombre jocoso, alegre, entonces, por qué no seguir ese ejemplo. Siempre fue una persona que yo admiraba. Su ejemplo significaba mucho para mí.

Él no lo abandonó nunca. Chávez desde que tuvo la oportunidad de tener un micrófono cerca siempre alertó al mundo de su situación, de lo que implicaba la cantidad de años que llevaba preso, de cómo estaba su salud y resaltaba su tarea. ¿Cuándo usted recuerda al Comandante Chávez en qué punto se planta con ese sentimiento?

Él encarnaba un ejemplo bien positivo, pero un ejemplo de pueblo, de un hombre que es de pueblo, de comunidad, era lo que emana, mucho amor. Chávez encarna lo mejor de lo que puede ser un líder político.

¿Durante su encierro en tierras estadounidenses encontró una causa para continuar su lucha?

Las luchas y las causas nacen por la necesidad muchas veces. Creo que cuando Chávez asumió el poder había la necesidad de un cambio grande dentro de Venezuela. Lo peor de todo es la corrupción que ha existido en nuestros países, gobiernos corruptos. Son como un ejemplo de la corrupción que perpetúa el gobierno estadounidense.

Chávez solo con sus palabras podía mover, podía tocar el corazón y la mente de mucha gente. Creo que ese hombre que encarna lo mejor, que no está con una retórica hueca, sino con palabras que salen del corazón, salen de experiencias vividas.

Muchas personas subestiman lo que es vivir la pobreza, experimentar la pobreza y eso es importante porque él nace en medio de la pobreza, sabe lo que es trabajar desde temprana edad, tenía una ética de trabajo desde temprana edad. Ese tipo de experiencia que tenía Chávez era lo que lo hacía ese hombre que fue.

Debemos poner mucha atención al asunto de la pobreza, no importa si nacemos en la pobreza, podemos superar la pobreza si el gobierno y si la sociedad lo permite. Podemos alcanzar una buena calidad de vida si luchamos en ese sentido, si trabajamos, no podemos hacerlo si la sociedad sigue siendo una sociedad disfuncional, que no le importe el él o la ella. Nosotros tenemos que pensar en que somos seres sociales que nos necesitamos, que nos debemos cumplir con deberes para buscar una mejor vida o mejor calidad de vida.

En esa visión humana que deberíamos tener todos es donde estamos parados, donde buscamos acercar las luchas de nuestros pueblos soberanos, pero hay gobiernos como Estados Unidos que ponen el pie en el freno, que se oponen y que usan sus peores armas para minar la confianza, para minar la credibilidad de un gobierno, la fortaleza de un pueblo. Por eso la oportuna ocasión  para hablar del legado y la figura, de la trascendencia del pensamiento de Hugo Chávez en este momento de Venezuela. Acercándonos a su Isla ¿Cómo es el día a día en Puerto Rico?

Es bastante difícil, doloroso. Puerto Rico vivía engañado, Puerto Rico tenía la pobreza escondida. Había mucha pobreza porque los últimos 20 años la isla ha sido víctima de la privatización. En mí país se ha privatizado el aeropuerto, el tren urbano, todas las vías que se usan para la transportación vehicular, se ha privatizado casi todo. La telefónica era una compañía donde había trabajadores 24 horas al día, hoy es un edificio completamente vacío y deteriorado.

Miles y miles de puertorriqueños han salido del país en los últimos 20 años, una fuga de cerebro porque la mayoría han sido doctores, enfermeras, maestros, ingenieros, personas que eran importantes en la vida del puertorriqueño. Hoy hay 5 millones de puertorriqueños dentro de Estados Unidos y en Puerto Rico somos un poco más de 3 millones, esa despoblación representa una amenaza para el futuro de la isla porque podemos dejar de ser puertorriqueños en nuestra propia Patria. Podríamos estar experimentando lo que experimentan los nativos americanos porque le quitaron su tierra, su cultura, su lenguaje. En Puerto Rico nos puede pasar lo mismo. Tenemos que ver lo escondida que estaba la pobreza en Puerto Rico, un huracán abre una puerta para dejarnos ver.

Una de las cosas interesantes es como el gobierno de Estados Unidos controla mi país. Hace como año y medio se comenzó lo que Estados Unidos llamó la Ley promesa, una ley que nos impone una Junta de Control Fiscal, y esa Junta es la que determina cómo se va a usar el dinero, los fondos públicos. Esa Junta solo vino para garantizar el cobro de una deuda odiosa y criminal de 74 millones de dólares. Nosotros no estamos en condiciones de pagar esa deuda, pero tampoco debemos hacerlo porque ningún puertorriqueño puede decir cómo se usó ese dinero. No nos quieren dar la auditoría que hemos exigido para por lo menos tener un entendimiento de por qué tenemos esa deuda. Saber  dónde se invirtió ese dinero, dónde se gastó ese dinero. Estamos seguros que ese dinero no se gastó para el beneficio del pueblo sino para enriquecer más a los ricos. Para nosotros eso es intolerable.

La pobreza en Puerto Rico tiene un nombre y tienen un apellido, el gobierno de Estados Unidos. Nosotros no tenemos porque estar en ese nivel de pobreza, no debemos estar sin electricidad, no debemos estar en las condiciones que estamos, no debemos estar separados por diferentes países, por diferentes sitios buscando trabajo, porque en Puerto Rico la economía no se presta para encontrar trabajo, hemos perdido muchos puestos de trabajo, eso es una adversidad.

Si no tenemos trabajo cómo vamos a vivir, de qué vamos a vivir. La única válvula de escape es ir a Estados Unidos y eso es el problema principal que estamos desencarando, un gobierno de Estados Unidos que se atreve a imponernos unas condiciones y un sistema que no nos ayuda en nada sino que lo que nos hace es cada día más pobre.

Puerto Rico está siendo gentrificado, se están construyendo condominios que cuestan 1.5 millones de dólares. Esos condominios no se están construyendo para nuestro pueblo, se están construyendo para personas que vengan a Puerto Rico a disfrutar de sus preciosos sitios. A esos que compran un condominio se le da un incentivo, sin embargo, si yo compro una casa tengo que comenzar a pagar impuestos inmediatamente. Para nosotros no hay incentivos, solo para el extranjero.

Y esa situación de supervivencia de Puerto Rico no es un hecho aislado en este mundo globalizado donde la política del absurdo trata de mantener subyugada a la mayoría. El neoliberalismo convierte en deudores a los dueños, los abismos sociales no conocen simas, los antihéroes —léase los ricos— se llenan de glorias y las riquezas naturales provocan guerras de despojos. En ese caos se levantan las voces de los pueblos y entre ellas Óscar López Rivera.

 

Transcripción y redacción: Liliam Lee
Fuente: Telesur