Los cadáveres mediáticos tendrán más fuerza para renacer

Ana María Domínguez Cruz
4/1/2021

De artistas cobardes, miedosos o hipócritas han tildado a quienes participaron en la conga “Con Cuba no te metas”, de la autoría de Alejandro García (Virulo). Como si no hubieran participado por voluntad propia, como si no se sintieran cubanos, como si no les interesara expresar el amor por su país bailando uno de los ritmos más auténticos de nuestra cultura.

La canción compuesta por Alejandro García “Virulo”, “(…) tras su estreno el pasado 24 de diciembre, cuenta con 105.999 visualizaciones en YouTube”. Fotos. Internet
 

¿Por qué la agresión directa hacia ellos? ¿Por qué los apelativos ofensivos para desacreditarlos? ¿Por qué no pueden estar ahí, como los demás, como la gente de pueblo que aparece en el video clip?

“El que tenga confusión que se confunda…”, dice la letra de la canción. Y ciertamente, quien tambalee a la hora de juzgar, debe mirarse más adentro. No están confundidos ellos, los que inundaron el Prado en la capital para participar en el audiovisual que, hasta el momento, tras su estreno el pasado 24 de diciembre, cuenta con 105.999 visualizaciones en YouTube.

Es una canción que quiere hacer valer, en voz de muchos, un sentir de reafirmación. No es un discurso hueco, políticamente artimañoso, como los hay en otras latitudes. Es, desde la música, la contribución perfecta que encontraron muchos de nuestros artistas para trasmitir un mensaje universal: “A mi país, lo quiero y lo defiendo”.

El crítico e investigador Víctor Fowler lo asegura: “El acto de la libertad de expresión tiene lugar dentro de proyectos concretos en un contexto específico. Lleva meses sucediendo, solo se dice que los que vivimos en Cuba somos esclavos y se ataca al sector de la cultura, aludiendo que no disfrutamos de libertad… En el contexto de Cuba, en las relaciones que hemos tenido con Estados Unidos, determinadas actitudes contribuyen o no a esa hostilidad en contra del país. Por esa razón, si alguien hace una canción motivado por la muerte de un patriota o una fecha, o participa en un festival eso es una contribución concreta a un conflicto político, a una diferencia articulada para destruir la Revolución Cubana”.

Claro que se toma partido, se sitúa cada quien en la posición que le haga sentir coherente con lo que piensa. “Aprecio el arte independientemente de la posición política del artista, pero valoro mucho a los artistas que además, tienen compromiso con la nación en la que viven. Si mi país está siendo hostigado de esta terrible manera, solo puedo ponerme del lado en el que se defiende a mi país, a través de cualquier manifestación artística. Desde mi posición, contribuyo a que la vida sea, no sé si mejor, pero siempre haré lo imposible para que no sea peor”.

“‘A mí me da lo mismo lo que digan o si me convierten en un cadáver mediático. Mientras más me matan, más fuerzas me dan para renacer en mejores canciones’”.
 

La Orquesta Sinfónica Nacional, Israel Rojas, Moisés Valle “Yumurí”, Mayito Rivera, Ricardo Amaray, Dayan Carrera, Ricardo Leyva, María Victoria Rodríguez, el Coro Entrevoces, Pancho Amat y Pupy y los que Son Son, entre otros. Niños, hombres, mujeres, ancianos: Cuba.

“He sido blanco de muchos ataques pero no es la primera vez que lo digo: Esto es lo que soy, mis canciones son lo mejor que sale de mí. Mi obra ha tenido una posición crítica pero constructiva porque creo en la capacidad de este país para mejorarse; pero con quien lo agreda desde el exterior o desde el interior en contubernio con las políticas de desmontaje de lo que creo que es un futuro democrático y socialista, que conmigo no cuente…”, asevera Israel Rojas.

“Contra Cuba se arremete con todo, desde todos los flancos”, afirma. “A mí me da lo mismo lo que digan o si me convierten en un cadáver mediático. Mientras más me matan, más fuerzas me dan para renacer en mejores canciones”.

¿La alegría se cuestiona? Cierto. Es que el 2020 fue un año duro y el 2021 también lo será, no solo por la presencia de la COVID-19. Sin embargo, desde el arte se intenta ayudar, hacer y sentir.

Norisley Valladares, conocido como El Noro, agradece haber estado ahí, entre los demás artistas: “Se ha demonizado nuestra participación y pienso que el humor criollo no entraña faltas de respeto. En momentos puntuales se exige mucho la definición de las personas, algo así como los extremos, o blanco o negro, pero la vida tiene matices y pueden coexistir diversas opiniones en un mismo contexto. Se polariza demasiado y de repente, cuando se adopta una postura, puede que por ese hecho se cierre un nicho de mercado importante. Pero no le temo a eso, con el pueblo de Cuba me muero. Si me quieren por lo que soy, por mi música, por mi obra, con eso me basta. Bienvenido sea”.

 “‘(…) En momentos puntuales se exige mucho la definición de las personas, algo así como los extremos, o blanco o negro, pero la vida tiene matices y pueden coexistir diversas opiniones en un mismo contexto (…)’”.
 

El periodista y fotógrafo Gabriel Dávalos es tácito en su opinión, con la que coinciden los demás. ׅ“La institución somos todos, el país somos todos y no es en un solo sentido, es de ida y vuelta. El 2020 ha sido un año sumamente creativo, los aristas han presentado proyectos y entre todos aportamos para la cultura del país. A cada uno le correspondió hacer algo. El arte acompañó el alma de quien tuvo que aislarse y ha sido hermoso. ¿Por qué tanta hostilidad?”.

Porque no se acepta lo genuino, no siempre.