La revelación Funk-Afro-Cima

Indira Hernández Alonso
17/1/2020

No todo el mundo tiene la posibilidad de vivir de lo que le gusta, pero sí todo el mundo tiene la posibilidad de beber de todo cuanto hay en la vida con gozo. Eso hace él, quien para algunos pareciera un fenómeno fugaz de la música, hoy sigue acopiando con su vigor éxitos y atiborrando lugares.

Sube al escenario y pone a disfrutar al público, a cualquiera, sin guion. Contagioso. Conexión. Sabor. Cimafunk dice que mientras esto no pare de pasar “to está rico”.

Cimafunk junto a The Soul Rebels en la noche de apertura del 35 Festival Internacional Jazz Plaza 2020.
Fotos: Ariel Cecilio Lemus

 

La música cubana es muy compleja, pues tenemos una cantidad extraordinaria de géneros, de estilos y maneras de tocar y de cantar. Pero Cimafunk trajo un nuevo sello a la escena musical de La Habana, al llevar el funk a los ritmos afrocubanos, abrazando la energía perenne de nuestras sonoridades y mezclando géneros.

Después de su descarga con Big Chief Monk Boudreaux con percusionistas cubanos en Fábrica de Arte, Cimafunk sigue en los focos, y para La Jiribilla da con gusto una entrevista.

“A principio creo que siempre estaba con el miedo ese y la expectativa, pero luego con las presentaciones en diferentes escenarios la gente fue respondiendo muy bien y empezó a entender el concepto, más allá del idioma en otros lugares, incluso, y le empezó a descargar. Eso sale solo al final, porque cuando te empiezas a preocupar por esa expectativa se vuelve algo mecánico, insustancial. Por eso es una lucha diaria para que sea lo más espontáneo posible, para seguir sintiéndome bien yo sobre todo”.

Cimafunk tiene habilidad para unir las similitudes rítmicas del son cubano y el funk de los años 70, de manera que cualquiera que lo escucha encuentra un poco de sí mismo.

En él está “Parar el tiempo”, una balada-discofunk; “Me voy”, inspirado en el afropop nigeriano, con ritmo de conga y tumba’o de tres cubano, o “Ponte pa’ lo tuyo”, que es funk con chachachá. Con su álbum debut Terapia, Cimafunk, conquistó a buena parte del público cubano.

 

No le tiene miedo a la mezcla: “Siempre me cuesta definir de dónde es esto o de dónde es lo otro. Si lo pongo y me funciona, lo uso. Me concentro en seguir tocando en donde quiera que haya gente que lo quiera escuchar. Yo gozo lo que estoy haciendo, estoy feliz.

“Mi música yo la hago por oído, con la voz, los instrumentos. A veces haces cosas y no sabes qué son. En un inicio sale así, pues a la hora de crear me baso en eso y le voy poniendo cosas, según lo que haya escuchado por la calle, lo que me inspire. Después se le pone nombre”, agrega.

Después de estremecer a Cuba con su música contagiosa, Cimafunk proyecta su carrera en los escenarios internacionales. Repite que si confías en lo que estás haciendo, puedes hacer lo que quieras con tu música.

Cimafunk ostentó la sexta mejor canción de Estados Unidos en 2019. Estrenado en noviembre y con las voces y acordes de Omara Portuondo, Chucho Valdés y la Orquesta Aragón, el tema “Potaje” reunió a lo mejor de la cultura cubana con alcance mundial; así el artista se ubicaba por delante de otros hits como “Afilando los cuchillos”, de Residente, Ile y Bad Bunny; y de la banda norteamericana Vampire Weekend, con su tema “Harmony Hall”.

El cantante y compositor Erick Iglesias tuvo su debut en Estados Unidos, en marzo, en el Festival SXSW Music en Austin, Texas, donde atrajo el interés de importantes nombres de la industria musical. Resultó uno de los artistas latinos que la revista norteamericana de espectáculos Billboard recomendó escuchar todo el 2019. Menos de un año después de sus últimas presentaciones en Washington, Cimafunk y su banda llegan al Union Stage, donde cientos de personas cantaron y bailaron al ritmo de la música cubana.

En julio inicia en Francia una gira que va a llevarle por varios festivales de verano europeos. Se injertó como revelación de la música cubana y ofreció en agosto un concierto gratuito en el Summer Stage, en Central Park y tocó después en un club de los más icónicos de esta ciudad: el Blue Note. Entradas agotadas y euforia. Luego de su parada en Nueva York, aterrizó en el Reino Unido y en España.

Su “funky cimarrón” logró el favor del público y de la crítica especializada. Y es que él ha demostrado que quiere vivir como vive y “echarla como la echa”, haciendo lo que quiere, con la libertad del en vivo, donde en ningún tema se escucha igual que en el disco, con la libertad a la hora de escribir.

Como parte de las actividades de la edición 35 del Festival Internacional Jazz Plaza 2020, Cimafunk será el anfitrión del Getting Funky in Havana, intercambio cultural con la actuación de músicos de Nueva Orleans y la Isla.

Big Chief Monk Boudreaux en Fábrica de Arte. Foto: Elaine Caballero
 

Desde abril se estaba cocinando esta idea de tender un puente entre ambas ciudades a través del funk, cuando Erick se presentó en Nueva Orleans en el club Tipitinas; allí  compartió el show con tres agrupaciones que hoy llevan el Soul y el Funk de Nueva Orleans a La Habana.

En el primer Festival Getting Funky in Havana se materializó el sueño. Tank and the Banga (Grammy como Mejor Nuevo Grupo), Trombone Shorty Foundation (cuyo líder, Troy, es reconocido como uno de los mejores trombonistas del mundo) y The Soul Rebels (un grupo de hip hop, soul y funk que goza de gran prestigio a nivel internacional) ya han ofrecido conciertos en la Fábrica de Arte Cubano y el Teatro Nacional.

“El Festival de Jazz está rico, tiene mucha energía, sabrosura y la gente está positiva. Es contagioso, lo sientes por donde quiera que vayas. Los muchachos se han ido activando y el evento ha dado la cobertura a estas colaboraciones y proyectos. Mientras más sabrosura generemos en este primer Festival Getting Funky in Havana, más van a querer en el próximo”.

“Estas bandas tienen mucha influencia de los ritmos de nosotros y también nosotros de ellos. Sonoramente siempre hemos estado conectados. Es como estar en casa, con un sabor diferente pero igual de rico”, comentó.

También estarán los Djs cubanos Edgaro Productor n´Jefe y Leydis, establecidos en Nueva York y Oakland, respectivamente. Ellos serán los encargados de animar la noche de cierre del evento, que tomará el Salón Rosado de la Tropical este 17 de enero, con un gran concierto de Cimafunk, Tank and the Bangas, The Soul Rebels and Trombone Shorty Foundation.

Erick, Cimafunk, este joven cubano, no cesa; desde que todo empezó mantiene su ritmo arrollador de hacer discos de las canciones que le gustan. “Necesito regresar para estar en mi casa con mi locura”, nos dice, porque soy “un fanático a esto, porque me alimenta, me alimenta mucho”.

“Queremos también, para mayo o junio, lanzar nuevos temas y en fin de año que vea la luz un nuevo disco. La idea es seguir inventando cosas locas”, reveló.

 

Con su pelado cuadrado, chaleco setentero y jerga atinada, ha sabido irrumpir muy bien en el espectro musical con todos sus temas, del género que sea, para regalarlos a la gente. Ese es su mérito, su arresto, el brío de su maquinaria que se ensambla más allá de los horizontes, por la cima, como revelación afro-funk de Cuba.