Igual que tú

Joaquín Borges-Triana
26/5/2016

Hace poco debí impartir un ciclo de charlas a propósito de la historia de la cultura hip hop en Cuba, con énfasis en el devenir del rap entre nosotros. Ello me hizo volver sobre discos que hacía rato no escuchaba. Fue el caso de lo sucedido con el fonograma Igual que tú, de la agrupación Primera Base, uno de los contados álbumes salidos al mercado en el circuito rapero cubano durante el decenio de los noventa de la anterior centuria.

Durante la edición del Premio Cubadisco de 1998, para muchos miembros del jurado fue una sorpresa toparse con el disco de Primera Base, el cual finalmente resultó galardonado en la categoría de mejor álbum de pop, clasificación en la que tuvo que competir al no existir un apartado para el rap ante la escasez de producciones del género entre nosotros.

Yo había conocido el proyecto años atrás, allá por 1995, cuando solían ser invitados por Gerardo Alfonso a su peña en las tardes de arte efectuadas en el Café Mi Habana del Teatro Nacional. Primera Base clasificaba entre ese tipo de intérpretes que poseen una especial fuerza escénica, que cautiva al asistente a sus conciertos. Semejante atmósfera es muy difícil transmitirla a una grabación en estudio. Sin embargo, Igual que tú logra captar las esencias de lo conseguido por Primera Base durante sus actuaciones.

Decisivo en el hecho de que la ópera prima de estos guanabacoenses tenga un excelente acabado resulta la producción musical del fonograma, la cual corre a cargo de Julián Fernández y de Athanai, quien interpreta todos los fragmentos cantados del disco en su peculiar estilo de mezclar pasajes en español y frases en inglés. A lo largo de los nueve temas que integran el CD aparece plasmado el particular ambiente que se respira en barrios capitalinos de Habana Vieja, Centro Habana, El Cerro y Guanabacoa. El discurso de lo cotidiano, enfocado desde lo que suele llamarse “la filosofía de la calle”, deviene eje que vertebra toda la propuesta. Cierto que aquí y allá se dejan escuchar expresiones que transmiten algunas dosis de alarde que rayan en una que otra manifestación de autosuficiencia barata, mas ello es inherente casi a cuanto grupo de rap uno escucha. Empero, lo realmente importante está en que en un disco como Igual que tú se recoge un interesantísimo testimonio acerca de personajes e historias que han conformado un determinado modo de vida, el cual, de alguna manera, tipificó La Habana de la década de los noventa del siglo XX.