Festival de Música Benny Moré 2017: diálogo por las esencias más ocultas

Leonardo Estrada
15/1/2018

El Festival de Música Benny Moré es una de las razones más lúcidas que presentan a Cienfuegos como una verdadera perla, la Perla del Sur. En él se dan cita músicos locales y de otras latitudes con la esperanza de reunir al pueblo tras un mismo sino: rendir tributo al espíritu del Benny, a su rostro siempre alegre, a sus pies que desandan el suelo patrio de manera siempre rítmica. Entre el 14 y el 17 de diciembre de 2017 aquel que otrora nos regalara canciones icónicas, como “Bonito y sabroso” y “Santa Isabel de Las Lajas”, se hizo carne no solo a través de acordes musicales, sino también de vestuarios, caricaturas, pasacalles, danzas, convivios…


El Benny siempre alegre desandando el suelo patrio de manera siempre rítmica 
Foto: Cuba Ahora
 

En diálogo compartido con Roly Martínez Varens, director artístico general, descubrimos el Festival desde adentro, mediante sus esencias más ocultas.

Te escogen como director artístico general de un evento multitudinario. Háblame un poco de tus orígenes dentro de la dirección artística y cómo acudes al Festival en ese sentido.

Comienzo a participar el 24 de agosto de 1997 como escenógrafo de la celebración que dirigiera nuestro maestro local Pedro Posada Rodríguez en Santa Isabel de las Lajas, pero no fue hasta el 2005, en el teatro Tomás Terry, que dirijo por primera vez una gala, titulada por mí “Ofrenda criolla”. En el resto de las convocatorias del evento participé, aunque de manera pasiva, con algún que otro espectáculo o grupo musical que dirigí.

El año 2013 fue diferente. Me llamaron los organizadores del recién creado Centro Cultural de las Artes Benny Moré, y me solicitaron que diseñara un festival. No los hice esperar y presenté una idea que nunca se concretó debido a problemas presupuestarios. En ese año solo pude trabajar dos días, no es hasta 2017 que realicé parte de aquel diseño.

¿Cuándo surge el Festival y en torno a cuáles coordenadas se trazó la primera versión?

El Festival cuenta con más de 30 años de creado. Las primeras galas inaugurales fueron dirigidas por el Instituto Cubano de la Música y se estrenaban en La Habana, luego se hicieron giras por Cienfuegos y Santa Isabel de las Lajas. Participaron importantísimos músicos nacionales e internacionales convocados por el Instituto de la Música de aquel entonces. La convocatoria tenía como objetivo invitar a orquestas y solistas de Cuba y otros países en homenaje a una leyenda de la música cubana como lo es el Benny. Allí se presentaban en vivo las mejores y más populares orquestas del país e internacionales.

Luego se hicieron varios Festivales ininterrumpidos hasta 2009, aquel con carácter internacional; pero luego de este último hubo un impasse, un silencio que parecía tragárselo todo, ¿a qué se debió?

Así es. Pero los cambios llegaron antes. El 2005 fue el último año del Festival Internacional de Música Benny Moré. Dos años más tarde, Isaac Delgado, quien era el presidente del Comité Organizador, decide residir en otro país y recarga esa responsabilidad a Orlando Valle (“Maraca”). La cita deja de ser internacional, aunque aún contaba con el total apoyo del Instituto Cubano de la Música en cuanto a logística.

Sobre el 2009 dejó de presentarse como un evento en el Buró de Convenciones, por falta de planificación y por no tener vías de financiamiento. En ese mismo año entra Augusto Enrique a dirigir los destinos del Festival, y ocurren varios cambios de presidentes. Algo similar sucede con los cuadros de dirección que dirigen estas etapas: el centro y después empresa de la música y los espectáculos Rafael Lay. Se hace entonces según el presupuesto que disponga Cienfuegos, un presupuesto reducido en comparación con los anteriores Festivales.

Por eso surge en 2011 el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, para que se ocupara de la gestión y organización del evento y de atender a la figura del Benny. No obstante, este último tampoco consolidó los propósitos concebidos, dadas las insuficiencias e incomprensiones de sus creadores. Por ahí imagínate luego el impasse.

¿Cuáles son los puntos en común y de divergencia entre este Festival y los anteriores, teniendo en cuenta la figura del Benny?

Lo común es la manifestación popular, que se disfrute cada momento con el espectáculo musical para homenajear al Bárbaro del Ritmo. La diferencia, que esta edición tuvo como objetivo y concepto llevar a los jóvenes su legado mediante formas musicales en correspondencia con la contemporaneidad. Más que impacto y polémica, propuestas nuevas como la mostrada alrededor de la escultura del Benny “Qué onda tiene usted”, música elaborada por Djs, gracias a las cuales los jóvenes se involucraron y participaron. También la fusión con otras unidades artísticas tradicionales, unido a otras de carácter alternativo; todas de primera línea.

Destaquemos, además, la vinculación de los nuevos músicos graduados de nuestras escuelas a las diferentes propuestas, así como a la parte científica del evento. Inclusive, en los coloquios participaron muchos músicos e investigadores de esta ciudad; hecho inusual, pues siempre estuvieron protagonizados por intervenciones capitalinas.

Explícame un poco sobre la curaduría desde el punto de vista técnico y conceptual.

El programa se organizó con muy poco tiempo, aproximadamente en la primera quincena de septiembre de 2017. Desde que Augusto Enrique dejó la presidencia, esto “ha estado a su aire”, pues en el año 2016 tampoco hubo un líder con poder de gestión y aglutinamiento nacional e internacional.

Fui escogido como director artístico primeramente, y luego el Consejo Asesor de la Dirección de Cultura designó a Miguel Cañellas como director general. Acto seguido, nombré al director musical Eduardo Rodríguez Saura, por su reconocido prestigio y seriedad en el trabajo de producir discos, y a mi equipo directo de gestión.

En términos conceptuales, siempre se pensó en mostrar lo mejor de las diferentes artes, tanto del movimiento local como nacional, mientras que el fondo monetario alcanzara. Se diseñaron muchas ideas, pero solo la duodécima versión pudo realizarse. En el caso de la música, se solicitó al Instituto orquestas de música popular bailable de primer nivel. Y con las agrupaciones locales, se solicitó a la Empresa de la Música el catálogo de excelencia.

Por último, tratamos con las Direcciones de Cultura de cada municipio implicado, y se previeron las locaciones y las diferentes formas para usarlas. El movimiento de artistas aficionado tuvo un papel importante, pues casi todas las jornadas fueron representadas por diferentes unidades artísticas de la Casa de la Cultura Benjamín Duarte de Cienfuegos y la Benny Moré de Lajas. La escuela de Arte Benny Moré jugó un rol destacado mediante un concierto en la misma tierra del célebre músico.

Si fueras un espectador más, ¿qué tendrías que decir de los demás públicos vistos en el Festival?

Veo a los espectadores desorientados, observo que les sirve lo mismo un carnaval que una pachanga cualquiera. Los públicos han perdido los hábitos y las maneras de participar en diferentes espacios; creo y siento que los organizadores de la actividad cultural hemos caído en un estatismo, esquema donde se aprecia el poco esfuerzo para cambiar y ser diferente. Por ejemplo, en este Festival nos dejamos llevar por lo cotidiano y no tuvimos suficiente tiempo para hacer un análisis adecuado en torno a distribuir y mejorar las presentaciones para que los públicos tuvieran una participación más dinámica.

“Siempre vive” es el slogan del Festival. ¿Crees que el Benny ha vivido estos días con nosotros? ¿Qué dirías a propósito del evento?

Hace 37 años que comenzó ese propósito y, a título personal, te diría que no hemos concebido el Festival perfecto; sin embargo, en esta ocasión sentí que la gente lo asimiló como algo diferente.

El slogan es el fin de un camino empezado, ojalá que los jóvenes se apropien del buen quehacer del Benny, de este personaje al que considero un diamante en bruto. Siempre que convoquemos al Benny convencional lo estamos llevando al olvido. Por lo tanto, espero que algún día se pueda revivir, por ahora, solo creo que bailaron y cantaron junto al Benny.

La próxima edición tendrá nuevamente carácter internacional.  ¿Cuáles son los  desafíos en aras de reajustar las pisadas menos firmes?

Que exista una verdadera promoción y divulgación, unido a una verdadera planificación y financiamiento. En tal sentido, contar con logísticas más avanzadas para garantizar satisfactoriamente el correcto desarrollo del proceso de producción. Es necesario asimismo realizar investigaciones sociales sobre los eventos culturales que ocurren en la provincia, para poder darle carácter. Abrir un poco más los coloquios desde el punto de vista temático y de los participantes.