Expo de carteles en el Festival de Cine: más obras, nuevo espacio

Ana María Domínguez Cruz
2/12/2020

El impacto gráfico, la eficacia comunicativa, la apropiación de obras, la legibilidad, entre otros factores inciden en el éxito de un cartel en tanto obra gráfica que, con sentido cultural o político, tiene como objetivo transmitir información, emocionar y promocionar una obra audiovisual.

Atendiendo a estos y otros criterios especializados, cada Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano propone una exposición que reúne carteles de Cuba y otros países, rigurosamente seleccionados, según explica Sara Vega, especialista de la Cinemateca de Cuba y a quien, por su intensa labor, se le debe en gran medida que el cartel cinematográfico cubano sea considerado Patrimonio Cultural de la Nación.

 “(…) cada Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano propone una exposición que reúne carteles de Cuba y otros países, rigurosamente seleccionados (…)”. Foto: Internet
 

A pesar de que el evento se circunscribe a un festival del séptimo arte, el producto que acompaña a la obra durante todo su andar, sobre todo para ser promocionada, es el cartel. Por ello, aunque no desde el inicio de la celebración del evento, pero sí en las primeras ediciones posteriores, ha sido un interés del Icaic presentar los carteles de los filmes en concurso en una exposición y, en el caso de las obras que no se integren al certamen competitivo, mostrarlos en los cristales de los cines, para que los públicos tengan conocimiento previo.

En esta 42 edición expondremos la muestra de alrededor de 30 carteles en la sala Yelín de la Casa del Festival de Cine (cita en 2 e/ 19 y 17, Vedado) desde su inauguración el día 4 de diciembre a las 5:00 p.m.

No podemos hacerlo en el cine Charles Chaplin porque la terminación de su reparación se ralentizó. La sala Yelín es un espacio más apropiado porque, si bien al Chaplin acudía mucho público a ver las propuestas de la Muestra Latinoamericana, muchas veces pasaba de largo directo a ver las películas y, solo en ocasiones, a la salida, quizás se quedaba mirando la exposición.

A la casa del Festival acude mucha gente por ser la sede principal del evento. Es un espacio más lindo, más abierto, se puede socializar más y se puede permanecer en contacto directo con las obras gráficas, cuyo número ha crecido en este 2020.

Comenta Vega que desde el año pasado comenzaron a admitirse obras que llegaban a través del correo en alta resolución, luego de lo cual se hizo un primer corte teniendo en cuenta la versatilidad y el diseño.

En esta muestra, quienes quieran apreciar carteles un poco más parecidos al clásico cartel Icaic, los tendrán, pero vale destacar que abrimos el diapasón para recibir carteles, no solo de películas, sino también de eventos, porque todo lo vinculado al cine con carácter promocional tiene cabida en él.

Sucede que, a veces, un cartel concebido para otro escenario como Brasil, México, Argentina…, donde se trabaja con formatos mayores, llega con dimensiones mayores a las que trabajamos aquí, y antes presentábamos una exposición con formatos distintos. Ahora lo imprimimos con el que tenemos y prevalece la uniformidad.  

Insiste y subraya Vega que cada vez participan más extranjeros en esta convocatoria, gracias a la tecnología. “Por suerte, en esta primera dosis del evento podremos dar a conocer los Premios en nuestra categoría, sin que se deba esperar a la segunda dosis del festival, fijada para marzo venidero”.