El documental, el videoclip y otros temas del audiovisual, un libro de Freddy Moros

Astrid Barnet
27/2/2020

Con el libro de Freddy Moros, El documental, el videoclip y otros temas del audiovisual, ese reconocido periodista y profesor universitario trae consigo el inolvidable aporte de algunos fundadores de la Televisión cubana quienes, contra viento y marea, aunaron compromisos y decidieron nunca partir de la Isla —no obstante las innumerables propuestas recibidas—, para brindar su enorme y siempre gratificante potencial de conocimientos a los nuevos pinos que iban surgiendo en nuestro medio televisivo. Moros fue uno de ellos.

Foto: Tomada de Cubahora
 

En conferencia de prensa efectuada en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), este prestigioso periodista, realizador y Profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, destacó que:

"Los primeros documentales que se transmitieron por la Televisión cubana en la década de los años 50 del pasado siglo procedían de los Estados Unidos y, poco después, de países europeos. Los materiales contenían temáticas culturales, turísticas y sobre las acciones de las tropas estadounidenses en los escenarios de Europa y el Pacífico durante la guerra. Entonces, no existían las transmisiones de televisión en vivo y en directo. Todos los grandes eventos había que filmarlos en película para su posterior distribución y exhibición, con días y semanas de retraso".

Ciertamente, antes del triunfo revolucionario de enero de 1959, en Cuba existían limitaciones económicas para llevar a cabo una empresa de producción o proyecto cinematográfico; no obstante, había verdaderos maestros de la imagen y del sonido que laboraban en condiciones bastante precarias, buscando con ello —con este arte— una forma de vida.

“La Revolución cubana brinda un fuerte impulso a la forma de expresión cinematográfica en el cine y la televisión. En enero de 1962 la televisión inicia la producción de documentales con la creación de los Estudios Fílmicos. De esa forma se acometía, con amplitud creativa, la realización del documental para el medio televisivo”, explica Moros.

Como bien subraya este realizador, durante las décadas de los 60 y de los 80, el documental televisivo era tan solo utilizado como material de relleno o para cubrir fallas en la programación, sin tener en cuenta la importancia “de este producto audiovisual”, con el objetivo de formación educativa y cultural.

No obstante y de forma gradual, con el tiempo, fue adquiriendo y dotando al televidente de una cultura visual y de incontables cualidades éticas.

Haciendo un poco de historia, en 1959, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), al igual que la Cinemateca de Cuba —fundada para restaurar, localizar y conservar filmes—, estuvieron entre las primeras instituciones culturales creadas por la Revolución. Este proceso de creación trajo consigo que “el documental adquiriera vigencia y lograra condiciones esenciales para su conservación y futura utilización”.

El documental, el videoclip… gracias a una enjundiosa bibliografía, traslada al lector, a través de sus páginas, a un análisis pormenorizado de concepciones específicas enmarcadas dentro del documental y el videoclip, no sin antes mencionar la importancia de determinadas figuras de la documentalística cubana y de sus numerosos premios —el caso de Santiago Álvarez—, y también de creadores fuera de nuestras fronteras.

Así, Moros resalta los orígenes del documental extraídos a partir de informaciones y temas de interés nacional e internacional hasta llegar a conformar, gradualmente, un producto con determinados y sobresalientes aspectos artísticos y de interés dirigidos al público más exigente.

En el caso del videoclip, el autor especifica:

"El videoclip es hijo de las nuevas tecnologías, de la inteligencia del hombre, algo indetenible. Los cambios introducidos por las transformaciones en los ecosistemas digitales, revolucionan los contenidos y la forma de expresión de los audiovisuales. Debemos ser capaces de usar con originalidad estas nuevas modalidades tecnológicas y artísticas. Un videoclip deviene espectáculo que, además de resultar agradable al que lo visualiza, contribuye a enriquecer los conocimientos sobre novedosas formas de hacer arte".

Finalmente, y ante la interrogante, ¿qué se ha propuesto Freddy Moros con la publicación de esta obra?, recalcó: “Con la publicación de este libro me he propuesto ayudar a los que ya son profesionales dentro del medio audiovisual, al igual que a aquellos que se inician en él: un mundo bello, sugerente y, a la vez, tan peligroso”.