El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano

Raúl Castro Ruz
22/3/2016

(Versiones Taquigráficas – Conse­jo de Estado)
 
Buenas tardes.
Señor presidente Barack Obama:

Nos complace recibirlo en la primera visita de un mandatario de los Estados Unidos a nuestro país después de 88 años.

Deseamos que durante su breve estancia en la isla pueda apreciar la hospitalidad del pueblo cubano, que nunca ha abrigado sentimientos de animosidad hacia el pueblo estadounidense, al que nos unen lazos históricos, culturales y afectivos.

Su visita es un paso importante en el proceso hacia la mejoría de las relaciones bilaterales, que esperamos contribuya a impulsar mayores avances en nuestros vínculos, en beneficio de ambas naciones y de la región.

Foto: Estudios Revolución

 

Acabamos de sostener un constructivo y útil encuentro, que da con­tinuidad a los dos anteriores que sostuvimos en Panamá y Nueva York.
Constatamos que en los 15 meses transcurridos desde que anunciamos la decisión de restablecer las re­laciones diplomáticas hemos obte­nido resultados concretos.

Reanudamos el correo postal di­rec­to y firmamos un acuerdo para restablecer los vuelos regulares.

Hemos ampliado la cooperación en áreas de interés mutuo. Suscri­bimos dos memorandos de entendimiento sobre protección del medio ambiente y áreas marinas, y otro pa­ra mejorar la seguridad de la navegación marítima. Hoy se firmará uno más sobre cooperación en la agricultura.

Actualmente se está negociando otro grupo de instrumentos bilaterales para cooperar en esferas como el en­frentamiento al narcotráfico, la se­gu­ridad del comercio y de los viajeros, y la salud.  Sobre esta última, hemos acordado profundizar la colaboración en la prevención y tratamiento de enfermedades transmisibles co­mo el Zika y de enfermedades crónicas no transmisibles, incluyendo el cáncer. Esta cooperación es beneficiosa no solo para Cuba y Estados Unidos, sino también para nuestro hemisferio.

A partir de las decisiones adoptadas por el presidente Obama para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo, empresas cu­banas y sus contrapartes estadounidenses trabajan en la identificación de posibles operaciones comerciales que se pudieran concretar en el marco aún restrictivo de las regulaciones en vigor.

Algunas se han materializado, es­pecialmente en el área de las telecomunicaciones, ámbito en el que nues­tro país cuenta con un programa ba­sado en sus prioridades de desa­rro­llo y en la necesaria soberanía tec­nológica, que garantice el uso apropiado de estas al servicio de los intereses nacionales.

También se avanza en negociaciones para la adquisición de medicamentos, equipos médicos y equipamiento para generación de energía y protección del medio ambiente, entre otras.

Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los Estados Unidos.

Reconocemos la posición del presidente Obama y de su gobierno contra el bloqueo y los reiterados llamados que ha hecho al Congreso para que lo elimine.

Las últimas medidas adoptadas por su gobierno son positivas, pero no suficientes. Intercambié con el Presidente sobre otras medidas que pensamos pueden tomarse para eliminar restricciones aún vigentes y hacer una importante contribución al desmantelamiento del bloqueo.

Esto es esencial, porque el bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial, sobre lo cual le expuse algunos ejemplos al Presidente para mostrarle sus consecuencias negativas para Cuba y otros Estados.

El bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano. Por eso, su eliminación se­rá esencial para normalizar las relaciones bilaterales. También será be­ne­ficioso para la emigración cubana, que desea lo mejor para sus fa­milias y su país.

Para avanzar hacia la normalización también será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guan­tánamo.

Ambos temas, por ser los principales obstáculos, fueron abordados, una vez más, en el Editorial publicado el 9 de marzo pasado en el órgano oficial del Partido Co­mu­nista de Cuba y, hace solo cuatro días, en la conferencia de prensa de nuestro canciller Bruno Rodríguez Parrilla, ampliamente divulgados por la prensa.

Asimismo, otras políticas debieran ser suprimidas para que pueda haber relaciones normales entre Cu­ba y los EE.UU. No de­biera pretenderse para ello que el pueblo cubano renuncie al destino que li­bre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sa­crificios.

Intercambiamos además sobre te­mas internacionales, en particular, aquellos que pudieran afectar la paz y la estabilidad regional.

Especialmente estaba previsto y no hubo tiempo para concluirlo, el abordar nuestra preocupación por la situación de desestabilización que se intenta fomentar en Vene­zuela, lo cual es contraproducente pa­ra el ambiente en el continente, pero lo expreso en esta ocasión.
Igualmente, dialogamos sobre la marcha del proceso de paz en Co­lombia y los esfuerzos para poner fin a este conflicto.

Existen profundas diferencias en­tre nuestros países que no van a de­saparecer, pues tenemos concepciones distintas sobre muchos temas, como los modelos políticos, la de­mocracia, el ejercicio de los derechos humanos, la justicia social, las relaciones internacionales, la paz y la estabilidad mundial.

Defendemos los derechos humanos. Consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, so­cia­les y culturales son indivisibles, in­terdependientes y universales. No concebimos que un gobierno no de­fienda y garantice el derecho a la sa­lud, a la educación, a la seguridad social, a la alimentación y al de­sa­rrollo, al salario igual por trabajo igual y a los derechos de los niños. Nos oponemos a la manipulación política y el doble rasero sobre los derechos humanos.

Cuba tiene mucho que decir y que mostrar en esta materia y, por ello, le reiteré al Presidente nuestra disposición a mantener el diálogo que iniciamos.

El pasado 17 de diciembre de 2014, cuando anunciamos la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas expresé: “debemos apren­der el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”.

El 15 de julio de 2015 ante nuestro Parlamento señalé: “Cambiar todo lo que deba ser cambiado es asunto soberano y exclusivo de los cubanos. El Gobierno Revolucionario tie­ne la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones, con­vencido de que ambos países po­demos cooperar y coexistir civilizadamente, en beneficio mutuo, por encima de las diferencias que tenemos y seguramente tendremos, y contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo”.

Hoy ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, que implica aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación, sino promover vínculos que privilegien el beneficio de ambos países y pueblos y concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa.

Coincidimos en que nos queda por delante un largo y complejo camino por recorrer. Pero lo importante es que hemos comenzado a dar pasos para construir una relación de nuevo tipo, como la que nun­ca ha existido entre Cuba y los EE.UU.

Destruir un puente es fácil y re­quiere poco tiempo. Reconstruirlo só­lidamente es una tarea mucho más larga y difícil.

Después de cuatro intentos fallidos, en una muestra de voluntad y perseverancia, el 2 de septiembre del 2013, la nadadora estadounidense Diana Nyad, logró cruzar a nado el estrecho de la Florida, sin jaula antitiburones.

Por esa hazaña de vencer la distancia que separa geográficamente a nuestros países, el 30 de agosto del 2014, bajo los acordes de los himnos nacionales de Cuba y EE.UU., fue condecorada con la Orden al Mérito Deportivo, otorgada por el Consejo de Estado cubano.

Esta proeza contiene un fuerte mensaje, debería servirnos de ejemplo para las relaciones bilaterales, ya que confirma que si ella pudo, en­tonces nosotros también po­dremos.

Le reitero al presidente Obama nuestro agradecimiento por su visita y la voluntad del Gobierno de Cuba de seguir avanzando en los próximos meses por el bien de nuestros pueblos y países.

Muchas gracias.

Fuente: Granma