Ediciones Loynaz en la Feria del Libro, ¡y de qué manera!

Evelyn Corbillón Díaz
30/1/2018

Desde su creación en 1991, Ediciones Loynaz ha regalado al público amante de las letras más de 500 títulos y cerca de un millón de ejemplares, como parte de los esfuerzos por divulgar el talento de Pinar del Río, —desconocido muchas veces— y materializar el sueño de no pocos escritores.

Con el surgimiento del Sistema de Ediciones Territoriales, la literatura del patio ganó en representatividad en librerías y eventos nacionales, incluso en la Feria Internacional del Libro (FIL), pues la entrada de tecnología y recursos —al igual que en el resto de Cuba— supuso un aumento significativo en el lanzamiento de textos.

Ediciones Loynaz
Libros impresos por Ediciones Loynaz que saldrán en la próxima Feria del Libro.
Fotos: Rafael Fernández Rosell

 

Vale precisar que desde su fundación hasta el 2000, solo salieron al mercado 70 libros y dos revistas, todo un reto frente a las limitaciones inaugurales; pero sin dudas la llegada de impresora, guillotina, papel y otros insumos, por iniciativa de Fidel Castro, marcó un nuevo comienzo.

Narrativa, poesía, literatura infantil, historia y temática científico-técnica forman parte en cada calendario de las “producciones” del sello vueltabajero, nacido un año después del Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz, y que también acoge a autores de otras provincias.

Sobre la presencia de Ediciones Loynaz en la XXVII edición de la más importante cita literaria en la Isla, prevista del 1ro. al 11 de febrero, Luis Enrique Rodríguez Ortega, director del sello, conversó con este medio.

Una docena de títulos estarán presentes en la fortaleza San Carlos de la Cabaña y el público asistente podrá disfrutar de algunas muestras de las 11 colecciones con que cuenta la editorial.

Las más significativas, El Fausto, de narrativa; Laurel, de poesía; Chichuelo y Brujita, para los pequeños; y El duende, con álbumes ilustrados “nacidos” en los poligráficos.

Precisó que entre las opciones descuellan un poemario de la matancera Carilda Oliver Labra y Ensayos, de Dulce María Loynaz.

Como en la versión anterior de la FIL, los lectores tendrán a su disposición una librería gigante a modo de cepellón tabacalero —en alusión al cultivo emblemático de Vueltabajo—,  en el cual acontecerán varias presentaciones de obras no incluidas en el programa del evento internacional.

Tesoro de papel, el espacio dedicado a los infantes, se deleitará con la presencia de Papaloteando, de Nersys Felipe, Premio Nacional de Literatura 2011; El mundo de las cosas que no se ven, de Nelson Simón; y Antonina, no te rajes, de la villaclareña Maylén Domínguez, laureada en el Concurso Hermanos Loynaz.


Luis Enrique Rodríguez Ortega, director de ediciones Loynaz,
ofrece declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias

 

Agregó Rodríguez Ortega que los otros galardones en el certamen del patio de igual modo tienen cabida en la Feria: Pacto bajo tierra, de Daniel Zayas (poesía), y El sueño en alguna parte, de Maikel Paneque (narrativa).

El Pabellón Cuba y la Biblioteca Nacional, ambos subsedes, serán escenarios del lanzamiento de Pasiones y leyendas de la pelota cubana, de la autoría de Juan Antonio Martínez de Osaba; y Todo era azul, de Teresa Gómez.

En 2017, los principales autores publicados fueron Felipe,  Simón, Martínez de Osaba, Luis Hugo Valín, Georgina Leyva Pagán, Rodolfo Duarte, Premio Internacional de Novela Las Américas en 2013; y Dulce María Loynaz, entre otros.

Acerca de la obra de la Premio Cervantes 1992, la de mayor presencia en la editorial pinareña, aseveró que la Loynaz constituye el sello que más ha publicado su quehacer a nivel mundial, y el de sus hermanos.

Ante el creciente auge creativo en Vueltabajo, cada año los textos de diversos artistas jóvenes ven la luz en la fiesta de las letras en este territorio, muchos de los cuales son miembros de la Asociación Hermanos Saíz, destacó.

Para la feria en el extremo más occidental de Cuba, del 14 al 18 de marzo, se prevé la presencia de 42 títulos de Ediciones Loynaz.

Siete de ellos corresponden al plan especial y fondo de población, 25  al plan regular y 10 en coediciones y financiados por terceros, puntualizó Luis Enrique Rodríguez.

Todavía la mitad del día y otros relatos, de Alfredo Galeano; Esto no es un libro, de Lidia Meriño; y La vuelta al parque, de la periodista Daily Sánchez Lemus, figuran como algunas de las atractivas propuestas.

El público lector, investigadores y estudiantes de carreras afines a las artes, agradecerán la presentación de un catálogo de Ediciones Loynaz.

Todas las publicaciones de esa casa editorial en sus 27 años constan en el material, el cual, además, concibe la ficha de sus autores, editores, correctores e ilustradores, muchos de los que se formaron en la región y hoy gozan de prestigio internacional.