Cuba-Estados Unidos: la estrategia de Obama con el bloqueo

Néstor García Iturbe
20/10/2016

El bloqueo comercial, financiero y económico al que Estados Unidos tiene sometida a Cuba es un acto totalmente ilegal; es por eso que cuando el gobierno estadounidense menciona esa acción contra nuestra patria, lo califica de “embargo”.

El embargo, según la definición de varios diccionarios, “es la acción de retención, traba o secuestro de bienes, por mandamiento de un juez competente o autoridad”. Evidentemente, es la forma de solucionar el litigio entre dos partes que se disputan la propiedad de algo y debe ser un juez o la autoridad competente el que decida quién es el propietario de la misma.

El llamado “embargo” de Estados Unidos contra Cuba no ha sido determinado por juez o autoridad competente alguna, ha sido una decisión del ejecutivo estadounidense, totalmente inconsulta, que se ha ampliado y reformando en la medida que un presidente distinto ha ocupado la Casa Blanca, ya sea demócrata o republicano.

 
Foto: Yander Zamora

Cuando buscamos en los propios diccionarios el significado de la palabra “bloqueo”, encontramos que se define como “la acción y efecto de bloquear. Asedio de una plaza, puerto, etc., mediante el corte de las comunicaciones con el exterior de un país enemigo. Inmovilizar la autoridad, una cantidad o crédito, privando a su dueño de disponer de ellos”.

Cómo es fácil comprender, desde el punto de vista jurídico y legal, la acción que por más de 50 años el gobierno de Estados Unidos ha estado imponiendo a Cuba es un bloqueo, no un embargo; es un acto de guerra. Para ratificar esto, el propio presidente de Estados Unidos ha firmado por años la Orden Ejecutiva, mediante la cual nos designa como un país afectado por la Ley de Comercio con el Enemigo.

Somos el Enemigo, legal y oficialmente, de ahí que lo que se nos ha aplicado durante todos estos años es un bloqueo, no un embargo. Un bloqueo ilegal que no ha sido determinado por una autoridad competente como está establecido y que forma parte de la guerra que Estados Unidos continúa desarrollando contra nuestra Isla.

El paquete de medidas tomadas por la administración del Premio Nobel de la Paz el día 14 de octubre de este año, forma parte de las acciones de la mencionada guerra. El clima bélico continúa, lo que ahora la agresividad viene edulcorada, para que los incautos se la puedan tragar y les sepa bien.

Las declaraciones realizadas por nuestro gobierno en relación al paquete de medidas lo desenmascaran como un verdadero “paquete”, lo que en el argot popular cubano siempre se ha utilizado para denominar una mentira.

Esta mentira tiene varios propósitos. Como ya ha dicho la compañera Josefina Vidal, responsable de los asuntos relacionados con Estados Unidos en nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, y se ha divulgado por nuestra prensa, las medidas anunciadas benefician más a Estados Unidos que a Cuba y en lo esencial no modifican el bloqueo al que nos tiene sometidos, pues mantiene una serie de limitaciones, incluyendo la imposibilidad de que los ciudadanos estadounidenses viajen libremente a Cuba.

Debemos ver el “paquete” desde un punto de vista adicional. Dentro de pocos días se discutirá en la Asamblea General de las Naciones Unidas el proyecto de resolución que Cuba presenta anualmente denunciando el bloqueo.

Estas medidas, tomadas por la administración Obama, también van encaminadas a tratar de restarle fuerza al mencionado proyecto y dar la apariencia de que el gobierno de Estados Unidos está realizando acciones en función de la eliminación del bloqueo y haciendo todo lo que puede en función de eso, lo cual no es cierto.

Además de utilizar este pretexto para mantener sus acciones agresivas, también dirán que, en definitiva, debe ser el Congreso quien decida al respecto, por lo que es necesario esperar que acuerde reunirse, ponga el punto en su agenda de discusiones, y que al votar, la mayoría esté de acuerdo con el levantamiento del bloqueo. Otro mecanismo diabólico para poder continuar con la política agresiva.

Estados Unidos hablará con muchos de los países que votan a favor del proyecto de resolución cubano. Primero les pedirán que voten en contra del mismo, pues la situación ha cambiado. Ahora se mantienen relaciones diplomáticas entre ambos países y Estados Unidos, a partir del 17 de diciembre de 2014, ha estado tomando medidas que modifican la situación que existía anteriormente.

Pedirán, si se mantienen las intenciones de voto favorable por parte del país con el que están negociando, que al menos solicite a Cuba, para poder  apoyar su proyecto, que modifique el lenguaje del mismo, tomando en consideración que ya existen relaciones diplomáticas entre ambos países y que la situación ha tenido cambios “significativos”.

Esta acción va encaminada a restarle fuerza a nuestro proyecto de resolución y que el mismo tenga una significación distinta a los que se han aprobado en años anteriores, tratando de mejorar la imagen de Estados Unidos en el ámbito internacional y principalmente en América Latina.

El paquete tiene una envoltura bonita, lo principal es ver lo que en realidad contiene.