Conferencia Internacional del Patrimonio de los Pueblos y sus Culturas: necesidad, urgencia y constante desafío

Mailín Elías Ramírez
25/3/2021

Hacer memoria es más que recordar, es aprender. La cultura que genera el ejercicio cotidiano del patrimonio tiene que asumirse como un acto de aprendizaje que requiere un portador para ser compartido.

El Centro Provincial de Patrimonio en Granma realizaba, como un fundamento de su estrategia de desarrollo, acciones de socialización que expresaban los resultados de etapas y períodos de trabajo, y que al ser sistematizados constituían fuentes para el ejercicio práctico y fundamentos teóricos y garantes de la continuidad y el perfeccionamiento de su encargo social.

“La Conferencia y sus múltiples eventos constituyeron una fiesta de la cultura patrimonial en el ciberespacio”. Foto: Tomada del perfil de Twitter del Consejo Provincial de Patrimonio Cultural de Granma
 

Estas ideas nacieron con la intención de sumar otras instituciones y hacer partícipes a aquellas de otras provincias que se destacaban como pioneras o adelantadas en el trabajo cultural. De tal manera que los eventos y sus resultados expresaban las mejores prácticas del trabajo patrimonial no solo de la provincia de Granma. Se trataba de un conocimiento creado que desbordaba cualquier territorialidad.

Lo importante es saber que siempre se partía de cada una de nuestras instituciones, y cada trabajador de las entidades museísticas contribuía, desde sus modestos resultados, al enriquecimiento del saber común.

La práctica continuada de este ejercicio y las relaciones que se asumían, unidas al propio desarrollo del trabajo patrimonial y de la política que instaba al ascenso constante de los modos de hacer, fue configurando un nuevo escenario para la realización de estos eventos. Entonces la necesidad se hizo visible y fue un imperativo: había que organizar un evento que asumiera los intereses de la provincia, las necesidades comunes de la nación y lo mejor de las prácticas internacionales. Sin embargo, el momento exigía aún más. Era necesario incorporar un objetivo clave: la cultura como fundamento generatriz del trabajo patrimonial, pero no la cultura en abstracto, sino aquella que nace del ejercicio de vida de los pueblos y constituyen la esencia de su identidad y fundamento de sus valores patrimoniales.

En el año 2007 nació, para el bien de todos y del patrimonio, la Conferencia Internacional del Patrimonio de los Pueblos y sus Culturas. Con cada paso se fue configurado un evento de alta resonancia, no porque los organizadores lo proclamasen, sino por el nivel y la cantidad de participantes, tanto nacionales como internacionales, así como la validez y rigor de los temas convocados.

Las convocatorias, como expresión de las necesidades de la práctica, la cultura patrimonial, y la salvaguarda del patrimonio material e inmaterial, evidencian la calidad de sus aportaciones. Un estudio riguroso de las necesidades del trabajo y la cultural patrimonial y los reclamos de la modernidad constituyen elementos de partida para cada convocatoria.

Igualmente, dedicar cada evento a una provincia y país ha servido para elevar el compromiso, no solo participativo, sino de aportaciones de experiencias y vivencias de primer orden que adelantan resultados y elevan los niveles de conocimiento de las ciencias patrimoniales. Hay una intención constante de lograr la sinergia entre los factores participantes en el resultado común. Un factor clave han sido las alianzas, coordinaciones, convenios y toda acción de trabajo común para el desarrollo exitoso de la conferencia.

En primer lugar debemos asumir que sin el reconocimiento y el apoyo de la Dirección Nacional de Patrimonio esta intención de internacionalizar el evento no hubiera podido asumirse. Asimismo, la participación, codo a codo, con las estructuras de la Dirección Provincial de Cultura y sus instituciones ha sido imprescindible.

Desde el punto de vista de la organización científica del evento, la participación de las instituciones de alta jerarquía académica, como la Universidad de Granma, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, la Universidad de Oriente, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y las universidades y entidades de la cultura de todas las provincias, que de una manera u otra han participado en la Conferencia, le han tributado sus saberes académicos y sus experiencias organizativas, y han contribuido a hacer de nuestro evento un espacio de ciencia y de cultura para los valores patrimoniales. Amigos de alta valía han sido la Universidad Autónoma Metropolitana de México y la Universidad Técnica de Cotopaxi Latacunga de Ecuador, bastiones seguros para la participación Internacional.

Es de destacar que al realizar cada año las valoraciones finales y la medición de los impactos, tanto en participantes como instituciones, los resultados reflejan la satisfacción ante el valor de los aportes y la contribución a la cultura patrimonial. Un elemento destacable es la continuidad de cada Conferencia, que es, en última instancia, el portador real de la cultura. Se trata de plasmar, en el paso de una Conferencia a otra, la huella en términos de saberes y de cultura, lo cual obliga a continuar en el camino siempre hermoso, pero duro, de construir valores culturales.

Es importante subrayar la forma novedosa de la concepción metodológica del evento: el desarrollo de talleres, en su acepción más real, es una característica que ha marcado su realización. Los debates ricos, transparentes, participativos, plurales y altamente democráticos son fundamentos para la construcción colectiva del conocimiento y un constante desafío para crear un producto cultural aportador, que exprese una respuesta a las necesidades de la cultura en general y de la cultura patrimonial en particular. La Conferencia trasciende, porque supera las expectativas de su punto de partida, y crea y crece en su empeño de aportar y merecer. La capacidad de expresar las necesidades de cada tiempo, de atemperarse y romper esquemas le ha otorgado el reconocimiento de todos sus participantes.

La XIII Conferencia Internacional del Patrimonio de los Pueblos y sus Culturas

Quizás alguien pudo pensar que en el contexto de una realidad tan agresiva como la que vivimos, la cultura cedería espacios y enterraría sus armas para tiempos mejores. En las palabras de apertura a la XIII edición de la Conferencia, la Lic. Rosa María Rodríguez García, directora provincial de Patrimonio, expresó:

Nunca, en ninguna circunstancia, en que se vio comprometida la lucha de los pueblos, la cultura dejó de ser un instrumento y un arma para resistir y vencer.

Tampoco, nunca, en la heroica historia de este país, la cultura se hizo a un lado y cedió espacio en el camino. Fue siempre hacia adelante, abriendo puertas y marcando el paso.

En la historia de Cuba quedaron sellados el papel y el lugar de la cultura: José Martí con su extraordinaria visión de futuro expresó: “Ser culto es el único modo de ser libre”. Dejó definida la relación sin condición entre la cultura y la libertad, luego, para alcanzar la libertad en cualquiera de sus expresiones debía acudirse a la cultura”.[i]

Se definía puntualmente el lugar y el papel de la cultura en cualquier circunstancia en que se viera comprometido el pueblo cubano. El trabajo organizativo siempre se realizó teniendo en cuenta todas las variantes para realizar la Conferencia en cualquier condición y dentro del marco de lo estipulado.

En esta ocasión la Conferencia estuvo dedicada al bicentenario del prócer de la independencia Francisco Vicente Aguilera. Foto: Internet
 

Esta edición estuvo colmada de conmemoraciones y homenajes de alta significación. De manera particular se dedicó a la figura excelsa de Francisco Vicente Aguilera. Llegar al momento del nacimiento de cualquier personalidad es situarnos en el inicio de su camino y tener por delante toda su vida, la grandeza de su obra y la inmensidad de su pensamiento.

Francisco Vicente Aguilera legó al pensamiento patriótico cubano la prueba más consecuente de desprendimiento, ética, nobleza y patriotismo que signaran aquellas generaciones de combatientes cubanos. Han pasado 200 años, y la aureola de la grandeza se mantiene incólume sobre la cuna y la tumba, como el maravilloso resplandor de estrella de un hombre verdaderamente excepcional: Francisco Vicente Aguilera y Tamayo, Mayor General del Ejército Libertador y vicepresidente de la República de Cuba en Armas.

También, de manera particular, la Conferencia fue dedicada al son. Las raíces de la cultura cubana nacen desde aquellas tradiciones que reunieron al pueblo y lo fusionaron en la cultura y en los ideales. El son nació de la fusión de culturas diversas en ese ajiaco que fundió y fundó la identidad cultural y nacional.

Se desarrolló con mucho éxito un curso de “Interpretación del patrimonio cultural con enfoque de género”. La conferencia central dictada por la Dra.C. Aida Morales Tejeda de la Oficina del Conservador de Santiago de Cuba, “El valor artístico y cultural de los cementerios patrimoniales”, fue tema de relevancia dentro del evento.

Esta edición fue dedicada a la provincia de Holguín, que dio mérito a esta invitación por su numerosa participación en ponencias y por la calidad de los trabajos expuestos. Se realizaron dos paneles principales, recorridos virtuales a la ciudad y a diferentes sitios históricos relacionados con las temáticas del evento, conciertos, exposiciones y cápsulas promocionales. Todo ello brindó a la Conferencia movilidad, novedad e interés cultural. Se realizó un homenaje muy especial a la Dra.C. Ana Cepero Acán, en un espacio tradicional dedicado a la ciencia.

La proyección de películas alegóricas y la presentación de libros novedosos también formaron parte del programa. Se recibieron más de 60 ponencias para los 7 talleres convocados, de casi todo el país y también provenientes del extranjero.

El número de visitas en cada aparición confirmó el cumplimiento de lo previsto y las expectativas de la convocatoria. Sin falsa modestia podemos asegurar que la XIII Conferencia fue todo un éxito, producto del esfuerzo y la capacidad creadora del equipo organizador y de la acertada concepción de la Dirección de Patrimonio en la provincia.

Trece eventos, con más de 600 participantes, han demostrado la certeza de la idea buena. Cada Conferencia es solo un paso y cada paso, un punto de partida para nuevos empeños. La Conferencia y sus múltiples eventos constituyeron una fiesta de la cultura patrimonial en el ciberespacio, porque son siempre un constante desafío.

 

Enlaces relacionados:
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Nota:
[i] Tomado de las palabras de apertura de la XIII Conferencia Internacional del Patrimonio de los Pueblos y sus Culturas, dictada por Rosa María Rodríguez García, directora provincial de Patrimonio en Granma.