«Bienvenida, bienvenido, y también viceversa». Así comienza los jueves de todas las semanas, de todos los meses del año, La Pupila Asombrada. Y este jueves no fue distinto, con el regreso del programa a su horario de las 10:00 p.m. Como no fue distinta su calidad, su producto interesante. No hay manera de sentarse a verlo sin que a uno lo atrape todo, desde la visualidad (la forma) hasta lo que están diciendo y proyectando (contenido).


Karen Brito sabe lo que dice ante las cámaras y sabe además por qué lo dice, aportando ese valor agregado que hace la diferencia.
Foto: Sitio web de La pupila asombrada
 

La música, siempre de la mejor calidad, nos hace meditar y entender que la calidad artística no está, casi nunca, en lo que promocionan los grandes medios. Ni siquiera, en lo que más circula a nivel popular. Así vimos a un Ismael Serrano teatral, inmenso, cantando una de sus canciones más bellas: “Papá, cuéntame otra vez”, que abre su disco Atrapados en azul. Y a ese grupo de artistas cantando a Neruda en el corazón.

Y, además, supimos los intentos catastróficos y ridículos (no podía ser de otra manera) de la CIA contra la personalidad inmensa de Neruda. Y tantos otros artistas latinoamericanos con un pensamiento renovador, de izquierda.

Muchos otros asuntos fueron tratados, como siempre, con la hondura necesaria para despertar en quien lo ve, los deseos de investigar, seguir husmeando en los anales de la Historia y el buen arte.

Gracias a Iroel Sánchez, Karen, Fidelito, Omar, y a todo ese colectivo del programa que se les parece tanto.