Calendarios sin fecha, pero con buena literatura

Mayra García Cardentey
3/2/2016

La experimentada escritora Laidi Fernández de Juan lo advertía hace un año cuando se dieron a conocer los premios Calendario 2015: “Hemos encontrado calidad en las propuestas, tanta que la labor de selección de los premiados ha sido ardua”.

El reconocimiento del jurado fue por aquel entonces; la materialización de la obra, llegará en estos días como parte de la XXV Feria Internacional del Libro: bajo el sello editorial Abril los lectores podrán disfrutar de interesantes volúmenes que promocionan emergentes valores escriturarios del país.

En Narrativa la propuesta lleva la rúbrica del joven escritor Miguel Alejandro Rey Rodríguez, quien con su Hábitat invita a seis lecturas construidas desde la insinuación y el sobreentendido, y que buscan, a la par, esencias encubiertas ante rutinas cotidianas. Un presente irrenunciable, un “aquí” y un “ahora”, se configuran desde historias que exhiben un lenguaje sin grandilocuencias, y una perspectiva audaz. Sus editores han querido resaltar, en cambio, la prevalencia de “una singular sensibilidad y un sentido doloroso del sarcasmo que contribuyen a la originalidad de la propuesta”.

Por su parte, Eric Flores Taylor apostó en Ciencia Ficción por En La Habana es más difícil, un texto donde el lector hallará túneles indescifrables que muestran la dualidad del fin de un mundo conocido, y la entrada frágil que guía hacia uno nuevo. Flores —con reconocida trayectoria en el género, incluidos varios laureles— propone una peculiar recreación de un universo futuro donde la cacería de zombis será deporte de masas. El también premio Pinos Nuevos de Narrativa 2014, emplea metáforas de enérgico significado y vocación de guillotina literaria, “donde la tragedia se combina con notas consonantes de humor, dolor y belleza”.

Ya desde la dramaturgia Alessandra Santiesteban expone su Manual para usuarios con movilidad limitada. Desde esta pieza de teatro, la autora aborda la inercia, no solo desde su dimensión física, sino desde la espiritualidad. La visión sociopolítica de insularidad vuelve en este texto, en el cual cinco personajes intentan escapar del contexto peculiar de la Cuba del siglo XXI. Es este, como reseñan los propios editores, un “discurso de resistencia, hiriente y desgarrador, que a golpe de metralleta confunde con técnicas narrativas inusuales para el género teatral”. La autora maneja escénicamente, desde un discurso poético y político, elementos representativos de la contemporaneidad. Aplicando desde un enfoque literario aquellas leyes elementales de la Física, de acción-reacción, inercia-movimiento, la también poeta resume la percepción aterradoramente gratificante o gratificantemente aterradora —que pudiera parecer lo mismo, aunque no sea igual— que resulta el hecho de habitar la Isla.

La lírica llega entonces desde Nacido muerto, una radiografía de las sombras que emergen cuando nos sometemos a esa pregunta existencialista sobre qué depara el destino. En ese sentido, Heriberto Machado no intenta una poesía novedosa; al poeta le interesa más presentar una lírica intensa con encomiables valores artísticos, vigor expresivo y autenticidad psicológica notable. El Premio Hemingway 2011 no aspira a trascender por aportes estructurales, por la experimentación de la forma: su esencia radica en el testimonio, en esa intención literaria-espiritual de mostrar el profundo deterioro de la esperanza.

A estos títulos se suma La sombra de los almendros, noveleta que le valiera a Daniel Zayas Aguilera el Premio Calendario 2015 en Narrativa infantil. Situada en el contexto histórico de la Isla de Pinos prerrevolucionaria, en la trama convergen relatos de colonos norteamericanos y de fantasmas de piratas custodiando tesoros perdidos. Desde un lenguaje ameno y directo, enjundioso en matices de comicidad, Zayas Aguilera delinea personajes que trascienden su tiempo. Temas nunca desdeñables para el público infantil aparecen en el texto como el amor a la madre, el sentido del deber, la lealtad, la amistad y la idiosincrasia picaresca del cubano.

Cierra este ciclo de obras a disposición del público en la venidera cita de las letras, el ensayo ¿La nación secuestrada? Machismo y racismo en la política inmigratoria cubana (1902-1933). La entrega viene a complementar un creciente interés por investigar, desde las Ciencias Sociales y especialmente desde la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), problemáticas vinculadas con el género y la raza. Esta vez el contexto histórico escogido es el entorno republicano y la construcción de nación (1902-1933), que se refieren a cuestiones del poder-saber en torno a la política inmigratoria.

Resulta esta, sin duda, una selección variada e interesante que trasciende el marco de un Premio, o el reconocimiento puntual a las noveles rúbricas en las letras cubanas, para convertirse en literatura atractiva para cualquier librero doméstico para todos los tiempos.