Aterciopelados o “la alegría de lo posible”

Kenia Méndez Mederos
14/11/2019

La alegría de regresar a la isla, el Festival Patria Grande como espacio de conexión con Cuba, un ensayo de seis horas con los músicos de Toques del Río y un Pabellón Cuba contenedor de multitudes, fueron algunos de los signos que hicieron del concierto de Aterciopelados una experiencia de mezcla, libertades y sonidos sui generis.

Aterciopelados en el Festival Patria Grande. Fotos: Ariel Cecilio Lemus
 

Era fácil ver que la gente llegó desde todos los lugares: uniformes de medicina, insignias de universidades cubanas en los pulóveres, madres que bailaban rodeadas de sus hijos ―bien pequeños en no pocos casos― y esa suerte inmensa de encontrarte a muchos conocidos en el mismo espacio confirmaban que no había mejor lugar donde pasar la tarde noche de miércoles.

Toques del Río abrió la noche de conciertos.
 

Luego de la apertura de Toques del Río que dejó el ambiente muy arriba ―como ya nos tiene acostumbrados― salieron a escena Andrea Echeverri y Héctor Buitagro, fundadores y líderes de Aterciopelados, uno de los más relevantes exponentes del rock colombiano de las dos últimas décadas. Junto a ellos, uno de los músicos de su banda y compartiendo el escenario, los muchachos de Toques del Río.

Sobre este regreso con final feliz comentó Héctor en exclusiva a La Jiribilla: “Quedamos con las ganas de volver, ahora vinimos en otras circunstancias: sin músicos, tuvimos solamente un ensayo y teníamos la tensión de que todo saliera bien, la adrenalina por el nuevo concierto. También ha sido bueno saber que estamos cerca de la celebración de los 500 años de la Habana. Son muchos signos y símbolos que nos hacen felices”.

En el marco de una industria musical donde el rock no es de las propuestas privilegiadas, Aterciopelados ha logrado colocarse en el gusto de muchos, incluso ha llegado a convertirse en referente de este género en la región. Ganadores del Grammy Latino 2018 en la categoría de Mejor Álbum de Música Alternativa con el disco Claroscuro, Aterciopelados asume lo alternativo como esencia de su arte.

“Nosotros hacemos una mezcla donde el rock constituye solo una parte. Eso nos ha permitido movernos por muchos géneros, incluso llegar al pop, la electrónica, la música folklórica. El rock ahora ha bajado mucho pues han llegado nuevos géneros, han pasado muchos años, ha cambiado la industria musical y hasta las maneras de relacionarse con la música. Nosotros lo que hacemos es rock colombiano alternativo y eso significa que nos mantenemos en una búsqueda constante donde intentamos alimentarnos de otros géneros, de la misma evolución de la música, de los instrumentos, de la tecnología, de las maneras de hacer música; y es que creo que ser rockero es eso también: tener un espíritu más libre”.

Andrea Echeverri, vocalista líder y guitarrista segunda del grupo colombiano.
 

La producción artística del grupo es reflejo de ideales de equidad y justicia social. Y ese compromiso va más allá en las vidas de Andrea y Héctor, él se asume como ambientalista y ella como feminista.

Me amo de cuerpo entero fue una de las canciones más coreadas de la noche y es que en ella Andrea habló por todas las mujeres:

“Para mí el feminismo es algo muy natural, parte del hecho de ser mujer, de tener que subirme a un escenario y ser de la farándula. La mayoría de las mujeres que están en la farándula juegan al establecimiento patriarcal, o sea, tienen que estar buenas y mientras más muestren mejor les va. Entonces cuando uno no juega a eso es duro. En mi caso no es solo que yo no voy al gimnasio, no hago dieta y me pongo lo que quiero, sino que en mis letras también está la defensa de mi espacio, mi estética y mi pensamiento”.

 

“De alguna manera ese defenderte casi se vuelve una  propuesta artística, pero es muy natural, desde lo que una siente. Entonces Cosita seria se refiere a cuando una mujer sale a la calle y le dicen esos piropos horribles; El estuche llama a que no miremos el cuerpo, que no es lo importante y así tengo muchas más. Son cosas normales y sumamente sensatas, pero en este mundo tan superficial parecen revolucionarias, cuando en realidad solo se trata de decir la verdad”.

 

Héctor, por otro lado, llamó durante el concierto a “una revolución de la conciencia” y ya más tarde nos comentaba sobre sus principales espacios de activismo social:

“Mi percepción personal es que debemos empezar por hacer la paz con la naturaleza. Creo que estamos depredando nuestro planeta y debemos empezar por cuidar nuestra casa, aprender a relacionarnos entre nosotros, aprender a administrar nuestros recursos de una manera amorosa, sabia. Por eso estoy comprometido con el tema del agua, sobre todo del agua, y con la naturaleza y las luchas de muchos colectivos y organizaciones en Colombia que están defendiendo sus territorios de una manera callada, silenciosa, incluso arriesgando sus vidas”.

Durante el concierto Andrea y Héctor también comentaron al público sobre el paro general para el próximo 21 de noviembre al que están convocando los sectores populares en Colombia contra políticas neoliberales del gobierno de Iván Duque, y hablaron del apoyo que intentan dar desde la música: Cuando grabábamos un saludo para promover el paro nos dimos cuenta de que muchas de las canciones escritas por nosotros hace 25 años siguen igual de vigentes, pudieron haber sido escritas ayer, y eso es muy horrible, por lo que tenemos que seguir escribiendo y cantando en contra de las desigualdades, la guerra y la violencia, comentó Andrea.

Aterciopelados y Toques del Río prevén grabar un tema juntos.
 

Con la promesa de un tema futuro junto a Toques del Río, la alegría de un concierto que removió energías, deudas y proyectos, y la convicción de que amarnos es la clave, terminó la noche. Que más conspiraciones los traigan a nosotros otra vez y que sea igual de feliz, es la aspiración que ahora nos une a Aterciopelados.