A las puertas de la Bienal. Tres muestras en la Fototeca de Cuba

Alain Cabrera Fernández
12/4/2019

Inaugurada ya la decimotercera edición de la Bienal de La Habana, las muestras centrales abrieron sus puertas al público justo a las 10 de la mañana de este 12 de abril. Las nóminas de artistas en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la Fototeca de Cuba y las distintas casas-museos de la Oficina del Historiador, en el Centro Histórico de la Ciudad, han sido bien distribuidas con relación a los espacios intervenidos por estos. En otras aproximaciones monográficas analizaremos algunas de las más interesantes.

Alicia Alaoui. Les Maroccans, 2010-2017. Fotos del autor
 

Ahora cabe destacar la relación de creadores y obras que conforman las tres exposiciones ubicadas en la Fototeca de Cuba. Estudio para un jabón, del artista sirio Emmanuel Tussore, registra en fotografías y una instalación central las múltiples formas que adquieren los jabones como objetos que, desde el campo artístico, también pueden considerarse como materia escultórica. Estos procesos de fabricación desarrollados desde la antigüedad en la región de Alepo (Siria), en su caso remiten a las ruinas en que quedan las ciudades luego de la devastación causada por los conflictos bélicos. Parafraseando las palabras de la muestra, “Es un problema de humanismo ante la destrucción masiva de la guerra”.

Emmanuel Tussore, Estudio para un jabón.
 

Por su parte, un proyecto de Galleria Continua presenta a Leila Alaoui, artista franco-marroquí que, mediante una video-instalación compuesta por la documentación del proceso de fotografiar, en estudio móvil, a personas durante un viaje a Marruecos, recoge diversidades étnicas, raciales, generacionales y de género. Les Moroccans, serie inspirada en The Americans de Robert Frank, discursa sobre el mosaico de tradiciones culturales y las costumbres que se van perdiendo debido al gran fenómeno de la globalización. Los retratos que complementan esta excelente muestra, emplazados sobre la pared del patio de la Fototeca, a gran escala, impresionan por su calidad estética y la claridad del concepto “Amar las diferencias” llevado a cabo por la artista.

Como cierre, en la segunda planta se exhibe 20 Red Lights, de Max de Esteban (España), proyecto vinculado directamente al mundo de las nuevas tecnologías. Tres series orientadas hacia la abstracción desde diferentes puntos de vista, pero donde el universo digital es el núcleo que las interconecta.

 Max de Esteban, 20 Red Lights. The Exterminating Angel, 2017.
 

Son proyectos artísticos en perfecta sintonía con “la construcción de lo posible”, eje curatorial que engloba la presente fiesta de las artes en Cuba. Sin dudas, otros seguirán surgiendo en las próximas fechas.

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